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Takis Georgakopoulos, director mundial de Pagos de JP Morgan.
El número de empresas que quiere venir a México está creciendo y eso traerá oportunidades de negocio para los proveedores de servicios financieros
Tenemos un gran negocio en México y tenemos expectativas de que crezca, lo cierto es que para México se han alineado las estrellas, dice Takis Georgakopoulos, director mundial de Pagos de JP Morgan. México ha incrementado su posición como socio de Estados Unidos y su papel en la región. Está creciendo el flujo de inversiones de Estados Unidos, pero también desde China y Europa. “Para nuestro negocio de pagos, todo esto ofrece excelentes perspectivas “, explica el ejecutivo.
En Estados Unidos vemos mucho más interés por parte de las empresas en hacer negocios en México, dice Georgakopoulos. “Están haciendo inversiones aquí y eso se traduce en necesidades de servicios financieros. Eso significa más oportunidades para nuestro negocio de banca y también para nuestro negocio de pagos: manejo de nóminas, pagos, repatriación de dinero, transacciones relacionadas con compras de materias primas o insumos en otros países”.
¿Por qué México? Las cosas cambiaron con la pandemia y, luego, con los conflictos internacionales, dice. “Si yo estuviera en un negocio de manufactura y tuviera que escoger en dónde poner mi próxima fábrica, México estaría en lo más alto de mi lista. Tiene muchas cosas a favor: la mano de obra es mucho más barata que en China, los costos de transporte hacia o desde Estados Unidos son competitivos y, además, tiene el tratado comercial de América del Norte. Todo está a favor de México, por eso digo que las estrellas están alineadas”.
Gergakopoulos está a cargo de una división que representa alrededor de 8% de las ganancias de JP Morgan, el mayor banco estadounidense. Procesan transacciones por 1 billón de dólares diarios (un millón de millones). “En tres años, hemos multiplicado por diez las operaciones que hacemos. Esto es posible por el uso de la Inteligencia Artificial y Machine Learning, como parte de un cambio radical. Los sistemas de pagos han vivido una revolución en los últimos años. Lo que ahora ocurre contrasta con lo que pasaba hasta hace diez años en esta actividad… Podríamos decir que los pagos eran un negocio monótono, sleepy business”.
Una de las grandes transformaciones que está viviendo el negocio de pagos está en procesos relativamente simples, como es la verificación de los datos de personas y empresas que envían o reciben dinero.
Esto es clave para cumplir con las regulaciones antilavado de dinero y en contra del financiamiento al terrorismo. Así lo explica el ejecutivo: “Tenemos máquinas que son entre 10 y 100 veces más rápidas que el mejor humano que hayamos tenido. Las máquinas detectan cosas y sirven como filtros. No eliminan el trabajo de los humanos; las personas se hacen cargo de los casos en que se requiere más criterio y sensibilidad”.
En el futuro próximo, para el negocio de pagos está la incorporación plena de las biométricas y el dinero programable. De esta manera lo describe Georgakopoulos: “Estamos muy cerca de que no se necesite ni una tarjeta ni tu celular para que puedas hacer pagos. Queda por resolver los temas de ciberseguridad, el reto es superior porque los delincuentes también han evolucionado en el uso de las tecnologías, pero confío en que se resolverá pronto… en cuanto a dinero programable, se está utilizando en transacciones grandes entre empresas. El dinero se transfiere en tiempo real a una cuenta en el momento en que una carga llega a un punto… es el internet de las cosas aplicado al sistema de pagos”.
Acerca de las perspectivas del negocio de pagos en México, Takis Georgakopoulos dice “México ha hecho muchas cosas, pero queda mucho por hacer. El gran reto está en hacer que las transacciones se realicen en tiempo real, con el mínimo de fricciones y de costos. Vemos un gran avance en el sistema de pagos digitales, pero el uso del efectivo sigue siendo muy grande. A México le corresponde decir cuál será el siguiente gran paso en sistema de pagos y cómo quiere hacerlo. En China fue una gran tecnológica la que trajo los cambios, con la App We Chat. En Brasil e India fue el Gobierno el que lideró los cambios… a cada país le corresponde definir su propio camino”.
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