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Este evento destaca por tener la presencia de China, con la llegada de su presidente, Xi Jinping, para inaugurar el puerto de Chancay
Este fin de semana partió oficialmente la Semana de Líderes Económicos del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico, Apec, que se extenderá hasta el 16 de noviembre con las 21 economías con participación confirmada. La sede es el Centro de Convenciones de Lima, en el distrito capitalino de San Borja.
Representantes de todas las economías estarán presentes en la Reunión Conclusiva de Altos Funcionarios, la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores y de Comercio de APEC y la 31a Cumbre de Líderes Económicos de Apec.
En estos encuentros, más de 5.000 delegados de las economías miembro abordarán los desafíos y oportunidades que enfrenta la región con respecto al comercio e inversión para un crecimiento inclusivo e interconectado; a la innovación y la digitalización para promover la transición a la economía formal y global; y al crecimiento sostenible para un desarrollo resiliente.
Paralelamente, tendrá lugar la Cumbre Empresarial de Apec Perú 2024, que reunirá a más de 1.200 líderes empresariales de la región, el 14 y 15 de noviembre. En este evento participarán, entre otros, el vicepresidente de Google, el director ejecutivo de TikTok, y el presidente y director ejecutivo de JPMorgan Chase, el banco más grande de Estados Unidos.
A propósito de la primera economía global, esta cita está marcada por la pérdida de influencia del Gobierno norteamericano y el mayor protagonismo de China, cuyo Presidente Xi Jinping estará arribando al país andino este martes para inaugurar el megapuerto construido por la empresa de su país, Puerto Chancay.
El actual mandatario de EE.UU., Joe Biden, en tanto, llegará el jueves para el foro Apec.
Perú, segundo exportador mundial de cobre, refleja un desafío más amplio para la Casa Blanca en América del Sur, donde la presencia del gigante asiático ha crecido rápidamente debido a su enorme apetito por los principales recursos de la región: maíz, cobre, soja, carne de res y litio, un metal para las baterías.
Eso ha convertido a Beijing en un socio comercial clave desde Brasil hasta Chile y Argentina, erosionando la influencia política regional de Washington, una tendencia que se amplió bajo el giro hacia adentro de "Estados Unidos primero" de Trump durante su primer Gobierno y nuevamente bajo Biden.
"El valor estratégico es que este es el patio trasero de Estados Unidos", dijo Li Xing, profesor del Instituto de Estrategias Internacionales de Guangdong. El experto agregó que esto ayudó a contrarrestar la presencia estadounidense en el Indo-Pacífico y compensar los riesgos de una guerra comercial.
"China no puede comenzar construyendo bases militares allí porque es demasiado sensible y hará que el conflicto de China con Estados Unidos sea demasiado pronunciado (...) Por lo tanto, ha avanzado primero con los lazos económicos", manifestó.
Perú demuestra el cambio dramático. La ventaja comercial de China sobre Estados Unidos aumentó a US$16.300 millones el año pasado, según datos de la Comisión Comtrade de la ONU, un cambio radical respecto de hace apenas una década, cuando Washington era el actor dominante. Esto ha venido acompañado de inversiones en sectores como la energía y la minería.
China superó a Estados Unidos en 2015 en el comercio con Perú, ampliando la brecha durante la gestión anterior de Trump (2017-2021) y nuevamente durante la administración de Biden.
"China ha entrado en la región de manera agresiva, está aprendiendo rápidamente y está preparada para quedarse a largo plazo", dijo Eric Farnsworth, exfuncionario del Departamento de Estado que ahora trabaja en el Consejo de las Américas y la Sociedad de las Américas.
"A menos que Estados Unidos priorice significativamente la política económica regional de una manera nueva y efectiva, la región seguirá inclinándose hacia los intereses chinos", agregó.
La embajada de Estados Unidos en Lima no respondió a una solicitud de comentarios sobre el reporte.
Funcionarios de Washington han advertido públicamente varias veces que la inversión china en la región tiene condiciones y han afirmado que Estados Unidos es un socio más confiable.
Un ejemplo del cambio es el megapuerto a 80 kilómetros al norte de Lima, en Chancay, construido por la estatal china Cosco Shipping y que promete acortar las rutas marítimas hacia Asia tanto para los productos peruanos como brasileños.
El megapuerto controlado por China, que será inaugurado por Xi cuando visite Perú, ha generado preocupación en Estados Unidos por la seguridad regional, pero lo más importante es que impulsará la ruta comercial de la región hacia China.
El ministro de Transporte y Comunicaciones de Perú, Raúl Pérez, afirmó en una reciente visita al puerto que Chancay se vislumbra como una "clara competencia" de los puertos del Pacífico de aguas profundas de Manzanillo, en México, y de Long Beach, en Estados Unidos, donde las grandes naves pueden hacer viajes directos hacia terminales de Asia.
Reyes dijo que desde Chancay los viajes desde Sudamérica al Asia se reducirán en 10, 15, 20 días dependiendo de la ruta.
"Nuestro objetivo es convertirnos en el Singapur de América Latina", dijo Pérez, en referencia al polo marítimo del Sudeste asiático y delante de grúas de hasta 90 metros de altura que pueden movilizar 50 contenedoras por hora según la firma china.
El puerto de la costa del Pacífico está generando planes y proyectos de inversión para impulsar la conectividad, especialmente para los productores de soja de Brasil, que están interesados en reducir los costos de envío y el tiempo de viaje a Asia, y evitar pasar por el Canal de Panamá hacia el norte.
Un eventual tren que uniría a los dos países permitirá que más soya brasileña sea transportada por tierra a Perú y luego se dirija a China. Brasil ha visto dispararse el comercio con la segunda economía del mundo en los últimos años.
El Gobierno de Perú está impulsando asimismo un posible proyecto ferroviario en la costa de US$10.000 millones.
Sin embargo, la mayoría de los funcionarios y diplomáticos locales adoptan un tono cauteloso. Dicen que tanto China como Estados Unidos son socios clave. Pero en privado, admiten que China ha prestado una atención más concreta a América Latina.
"Perú está abierto a hacer negocios con todos los países", dijo un funcionario peruano de alto rango bajo condición de anonimato. "Lo que hace China es concentrar sus inversiones en América Latina y África", que tienen los recursos que necesita, indicó.
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