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Los ministros Solá, Guzmán y Kulfas resistieron plan de socios para abrir economías y permitir que cada país negocie por separado
El Gobierno volvió a quedar expuesto en su negativa a llevar el Mercosur a una apertura comercial más osada, como le plantean sus socios del bloque, durante una reunión extraordinaria de alto nivel convocada para debatir una rebaja consensuada de los aranceles a las importaciones, y un nuevo modelo de negociación de acuerdos comerciales.
El canciller Felipe Solá y los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y de Agricultura, Luis Basterra, condujeron un encuentro del Consejo del Mercado Común (CMC), el órgano de conducción política del Mercosur, convocado de urgencia ante la evidente parálisis del bloque y el desacuerdo sobre el rumbo a tomar que se cristalizó a fines de marzo en boca de los jefes de Estado durante una cita virtual pensada para conmemorar los 30 años de vigencia de la asociación.
A cargo de la conducción del Mercosur hasta mitad de año, la Argentina planteó a Brasil, Paraguay y Uruguay reparos a las propuestas de rebajar hasta 10% el Arancel Externo Común (AEC) sobre todos los bienes importados a los cuatro países, como reclamó el gobierno de Jaír Bolsonaro, y a la voluntad de flexibilizar de la estrategia de negociaciones comerciales, que llevó la administración del oriental Luis Lacalle Pou.
El Mercosur en su peor momento: exportaciones en baja, tensión política y escasos acuerdos comerciales
Al intervenir en el debate, Guzmán planteó "similitudes y diferencias" con los reclamos de los demás miembros y aseguró que la mesura argentina apela a tener "comportamientos responsables" con el impacto de eventuales aperturas en los sectores menos competitivos. Por eso propuso "avanzar sobre los puntos de acuerdo", como la necesidad de integración de las cuatro economías, el incremento de exportaciones extrazona, y la cuestión ambiental.
El titular del Palacio de Hacienda tuvo un cruce verbal con su par brasileño, el economistra ultraliberal Paulo Guedes. Guzmán rechazó que las economías más desarrolladas hayan logrado prosperidad con mayor apertura, sino todo lo contrario, y planteó que "la mano invisible del mercado" de la que hablaba Adam Smith en el siglo XVIII "no existe". El brasileño, empero, le retrucó que "más de la mitad de los premios Nobel los ganaron economistas de la universidad de Chicago", afines a la desregulación estatal.
El otro debate planteado hace a la libertad de acción para negociar acuerdos comerciales, que el Uruguay plantea desde hace años, y que el actual presidente Lacalle Pou ha decidido instalar en la agenda pública. Montevideo propuso un plan de negociaciones externas que tenga entre sus objetivos consultar a Estados Unidos, China y el Reino Unido.
La Cancillería argentina, sin embargo, planteó que el Mercosur debe continuar las negociaciones abiertas con Canadá, Corea del Sur, el Libano, y Singapur, y en todo caso abrir canales de diálogo con Centroamérica y los países del Magreb, como Marruecos, Argelia y Túnez.
La propuesta uruguaya de flexibilización en las negociaciones, con el apoyo brasileño y la oposición argentina y paraguaya, sin embargo, ingresó formalmente para el estudio de los respectivos gobiernos.
Tras varias horas de reunión, las partes levantaron la reunión y la presidencia argentina convocó a una reunión ministerial presencial por celebrarse en la segunda quincena de mayo en Buenos Aires.
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