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Según las estimaciones de Target Smart, hasta la mañana del viernes, 61,9 millones de estadounidenses votaron anticipadamente
Estados Unidos se acerca a la recta final de cara a las elecciones que decidirán al cuadragésimo séptimo presidente. La lucha, que en estos comicios enfrenta a Kamala Harris (vicepresidenta durante el gobierno de Joe Biden) y a Donald Trump (presidente entre 2017 y 2020) se presume que son unas de las más reñidas de la historia.
La fecha definida para las elecciones es el martes, cinco de noviembre, y el Bipartisan Policy Center espera que cerca de 244 millones de estadounidenses acudan a las urnas para votar por la candidata demócrata o por el republicano.
Sin embargo, la Unión Americana tiene uno de los sistemas de votación, si se quiere, más complejos del mundo. A grosso modo, los votos se dividen en electorales y en individuales. Los del segundo tipo definen cómo se distribuirá el voto electoral, es decir, "cómo votará el estado ante el Colegio Electoral".
Si bien el llamado a las urnas se estipuló para el próximo martes, esta no es la única forma de votar en Estados Unidos; el voto por correo y el voto anticipado son las dos alternativas que surgen.
De acuerdo con las estimaciones de Target Smart, hasta la mañana del viernes, 61,9 millones de estadounidenses que habían votado anticipadamente. Sin embargo, se espera que esta cifra no supere los registros de 2020 cuando se alcanzaron 100 millones de votos bajo esta modalidad.
Este mecanismo es sencillo en tanto que, en la mayoría de los casos, se hace uso de las mismas instalaciones que en las elecciones regulares y se usan los mismos equipos que el día regular de elecciones. La única diferencia radica en los plazos de votación, que son determinados a potestad de cada estado.
Aunque este mecanismo de votación se popularizó en las elecciones de 2020 (marcadas por los riesgos sanitarios por la pandemia y las dificultades y el temor de los votantes por salir de las casas), lo cierto es que desde la Guerra Civil se maneja el voto por correo.
Cabe aclarar que esta forma de sufragio se subdivide en el voto en ausencia y en voto universal por correo. En cuanto a la primera manera, se puede hacer uso de este si el votante no quiere votar el cinco de noviembre o tiene algún impedimento para el mismo.
A este proceso no pueden aplicar todos los estadounidenses y algunos estados solicitan una excusa válida para optar por este método. Por ejemplo, en Texas solo pueden sufragar por ausencia si es una persona mayor de 65 años, está enfermo o es discapacitado, espera dar a luz en las tres semanas anteriores o posteriores a la elección o si el votante se encuentra fuera del condado el día de las elecciones. En total, 27 estados ya adoptaron el "voto por ausencia sin excusa".
La forma para hacer efectiva este tipo de sufragio inicia con el envío, de parte de las autoridades electorales estatales, de la papeleta de votación al votante por medio del Servicio Postal de EstadosUnidos (Usps, por sus siglas en inglés).
"Junto a la papeleta se envía un sobre de seguridad para preservar su selección electoral y otro sobre para colocar la papeleta dentro de dicho sobre de seguridad debidamente sellado. El votante coloca su firma en el exterior del segundo sobre para certificar su calidad de votante registrado", explica el centro de investigación Brookings.
Cuando el votante reenvía su papeleta a las autoridades electorales, estas se encargan de verificar el registro y lugar de votación según el padrón al que pertenece. Solo hasta el día de las votaciones se cuentan estos votos y se suman con los realizados en las urnas.
En cuanto al voto universal por correo, tiene la misma forma de implementación que la del voto en ausencia, con la distinción de que no es necesaria una excusa para su aplicación. Washington D.C., California, Colorado, Hawaii, Nevada, Oregon, Utah, Vermont y Washington permiten que los comicios se realicen enteramente bajo este mecanismo.
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