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Los representantes de los trabajadores llevan meses pidiendo una nueva negociación en la que se incluyan cláusulas según la inflación
El mes de junio cerró con una inflación del 10,2%, dos dígitos que no daban la cara en España desde abril de 1985, y un punto y medio por encima del 8,7% con el que cerró el pasado mayo.
Los representantes de los trabajadores llevan meses llamando a una nueva negociación colectiva en la que se incluyan cláusulas de garantía salarial en los convenios para actualizar los salarios según la inflación y que los trabajadores no continúen perdiendo poder adquisitivo. Valga como dato que si en 2007 más del 70% de los convenios recogía una cláusula de salvaguarda vinculada con la inflación, en la actualidad menos de un 20% de los convenios la tiene.
Hace un mes, la consultora WTW preguntó a 573 empresas grandes y medianas de Europa si subirían el sueldo a sus empleados: cuatro de cada diez compañías tienen previsto aumentar los presupuestos destinados a retribuciones a sus empleados debido al encarecimiento de la vida. La consultora ya había detectado que 2022 arrancó con un 2,8% de media de incremento salarial conjunto en España -según su estudio de incrementos de diciembre de 2022-, lejos de la tasa de variación anual del IPC en junio de este año.
La negociación
Con todo, la negociación salarial es posible, aunque el aumento de sueldo no tenga un reflejo en dinero contante y sonante. Identificar a la persona que puede mediar entre el empleado y la empresa -no siempre es el jefe directo-, es el primer paso para ganar más. También conviene conocer la situación de la compañía para valorar, de forma real, si es el mejor momento para solicitar un incremento, sea monetario o no, en la compensación. Y, por supuesto, no está de más aprender a manejar los términos que conviene utilizar en un discurso creíble: aunque es prioritario, llegado el caso, no sólo el dinero importa para aumentar su satisfacción laboral, lo que se suele llamar estar a gusto en un trabajo. Estos son algunos de los argumentos que puede utilizar:
- Qué ha hecho. Explique de forma concreta y muy resumida cuáles han sido sus logros a lo largo del año. Ponga sobre la mesa cuál ha sido su desempeño y, si es posible, hágalo mostrando los resultados de su última evaluación de desempeño.
- Cómo lo ha hecho. Comente cómo ha trabajado en el último año y cómo ha conseguido que las nuevas tecnologías -y el teletrabajo si lo hubiera- han contribuido a hacer más ágil su día a día.
- Quién le ha ayudado. Reconozca y valore el esfuerzo y la importancia de sus compañeros o colaboradores en la consecución de sus logros. Huya del yo y utilice el nosotros. El equipo tiene que estar siempre presente en su negociación. Un discurso egocéntrico puede hacerle un flaco favor: se arriesga a que le tilden de prepotente.
- Qué puede pedir. Después de lanzar su argumentario conviene que comience a solicitar aquello que, aparte del dinero -en estos momentos casi inalcanzable- puede ayudar a engordar su nómina y su bienestar a final de mes. Hable de compromisos a medio plazo y de recompensas; solicite teletrabajo -ahorrará en transporte y comida-; mencione nuevas responsabilidades que puede asumir vinculadas a resultados de negocio que le reporten cierta compensación; y, si es posible, solicite días libres a cambio del cumplimiento de objetivos en menos tiempo.
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