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La segunda mano ahorró 1.473.522 toneladas de CO2 en España el año pasado, según los últimos datos del informe Cierra el Círculo elaborado por Milanuncios
Inditex ha sido el último de los grandes grupos de moda en sumarse al fenómeno de la segunda mano. El grupo textil presidido por Marta Ortega comunicó hace unos días el lanzamiento de una plataforma para que sus clientes puedan revender, reparar o donar su ropa comprada en Zara. La plataforma, que de momento sólo funcionará en Reino Unido, nace según la compañía con la idea "de favorecer la reducción de residuos y de producir un menor consumo de materias primas", y en el contexto de su estrategia de alcanzar las cero emisiones en 2040.
Concienciación
En los últimos años empresas como Decathlon, Ikea o H&M también se han sumado al mercado de la segunda mano por conciencia ambiental, y como parte de su estrategia sostenible, o para conseguir ingresos extra. En el caso del textil, explica, según Álvaro Remón, manager de Sostenibilidad en Accenture, "la concienciación con el impacto que tenemos los consumidores" es lo que ha movido a los retailers a dar el paso. Según el último estudio de Showroom prive.es6 de cada 10 españoles ha adquirido moda de segunda mano o producida con materiales sostenibles en 2022.
La industria textil es la segunda más contaminante del planeta, sólo por detrás de la petrolera, según cifras de la ONU, lo que ha motivado a estas empresas a trabajar históricamente en la reducción de materiales, mejora de tejidos, eliminación de elementos tóxicos, o en reducir la cantidad de energía y agua en sus procesos; pero la realidad es que la prenda que menos contamina es aquella que no se produce. "La problemática general con la huella ambiental de productos y materiales deportivos es una realidad", destaca Eric Fortune, responsable de Nuevos Modelos de Negocio de Decathlon España. Para evitarlo, añade, "hemos fomentado el mercado de segunda mano y los productos de ocasión".
La electrónica es otro de los sectores que, junto al textil, más demanda tiene en el mercado de la segunda mano y cuyas ventas aumentan con la pérdida de capacidad económica, como en las situaciones de crisis. En este sector también han aparecido gigantes como MediaMarkt o El Corte Inglés, que ofrecen su propia tienda de productos reacondicionados, o bien son las marcas, como Apple, las que revenden sus artículos. Sin olvidar los concesionarios de coches, que fueron uno de los primeros sectores en apostar por la segunda mano y que en el último año han disparado ventas por la crisis de chips.
Wallapop, Vinted, Milanuncios...
Pero más allá de una cuestión de conciencia ambiental, la segunda mano se ha convertido en un negocio del que nadie quiere quedarse fuera. Plataformas como Milanuncios, Segundamano.es, Wallapop o Vinted han hecho de la segunda mano el core de su negocio, que se dispara en situaciones de inestabilidad económica, como la que trajo consigo la pandemia o la actual situación de inflación. Y las cifras ya son relevantes. Este tipo de plataformas online movieron 152 millones de euros (US$150 millones) el año pasado en España, según datos de la CNMC, lo que supone un 32% más que un año antes y frente a los apenas 320.000 euros (US$316.118) que movían en 2014. Sólo en el primer semestre de este año, la venta online de segunda mano en plataformas -sin contar lo que venden los fabricantes y marketplaces como segunda mano-, creció más del doble que en el mismo periodo de 2020 y un 32% más que en 2021.
En este mercado en pleno crecimiento los retailers y fabricantes como Inditex pueden tener una amplia ventaja competitiva frente a las plataformas digitales porque eliminan el factor de la desconfianza que resulta ser el primer freno para muchos clientes de la segunda mano. "Parten de una situación favorable por la confianza ganada con sus consumidores, pero deben mantenerla. Esto se puede conseguir a través de una mayor responsabilidad en asegurar la calidad y expectativas de los productos que revenden, por ejemplo, con capacidades de reparación y renovación de productos, además de una mayor implicación y gestión en general, versus la muy limitada implicación de las plataformas", destaca el manager de Sostenibilidad en Accenture.
Para rentabilizar el segmento de la segunda mano, los retailers deberán adoptar cambios con respecto al negocio habitual, ya que este nuevo mercado tiene un menor valor añadido. Aquí será clave el modelo de negocio. Hasta ahora las marcas han presentado varios modelos diferentes: desde comprar los artículos a los consumidores por un precio predefinido y venderlos después, hasta revender los productos en otros mercados, o reutilizar sólo algunos componentes o tejidos. "Al ser un mercado con mayor elasticidad al precio, deben disponer de una estructura de costes flexible dentro de una cadena de valor optimizada y eficiente, y maximizar las decisiones de precios, a través de los datos de mercado y consumidor", añade Remón.
Un aliado de la economía circular
El mercado de segunda mano se ha consolidado como un aliado clave en el camino hacia la circularidad. Este modelo, que propone dar una nueva vida a los productos, encaja con el concepto de la triple R: reciclar, reparar y reutilizar, y en el que se basa la economía circular. La segunda mano ahorró 1.473.522 toneladas de CO2 en España el año pasado, según los últimos datos del informe Cierra el Círculo elaborado por Milanuncios. Otra de las conclusiones es que8 de cada 10 consumidores cree que la segunda mano es clave para el consumo sostenible.
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