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Escándalos financieros de alto perfil tienen a las denominadas ‘big four’ y otras empresas en el centro de atención, a medida que se acumulan las demandas en su contra
Una serie de escándalos financieros de alto perfil ha hecho que el trabajo de los auditores más importantes del mundo vuelva a ser el centro de atención a medida que se acumulan las demandas en el Reino Unido a pesar de los intentos del gobierno de limpiar la industria.
Los cuatro grandes auditores (Big Four), PricewaterhouseCoopers, Kpmg, Deloitte y Ernst & Young, se encuentran entre los contables que enfrentan a clientes en los tribunales o están bajo escrutinio regulatorio, ya que el organismo de control del sector dijo que 30% de las auditorías que inspeccionó hasta finales de marzo no eran lo suficientemente buenas en su calidad. Kpmg, en particular, fue criticada por su trabajo en auditorías bancarias.
“Debería haber más, dada la regularidad con la que el regulador nos dice que los auditores están entregando, lo que yo llamo, productos malos”, dijo Prem Sikka, profesor de contabilidad en la Universidad de Sheffield. “Todo tipo de protecciones están incorporadas a los auditores, lo que dificulta demandarlos”.
Los casos recientes contra los auditores incluyen a KPMG, que enfrenta una multa de varios millones de libras por su trabajo en la venta de un fabricante de camas a HIG Capital LLC. Mientras PwC está siendo demandada por los administradores de un concesionario de autos de carreras, JD Classics Ltd. Se le acusa de no detectar negligentemente el fraude en las cuentas de la compañía, lo que resultó en pérdidas por valor de 41 millones de libras. Deloitte fue multado con 15 millones de libras el año pasado por su auditoría de Autonomy Corporation Plc, la sanción más grande jamás impuesta por la FRC.
“Creemos que el reclamo no tiene mérito y lo defenderemos enérgicamente”, dijo un portavoz de PwC sobre la demanda.
Ernst & Young, que ya está bajo fuego por su auditoría de Wirecard AG en Alemania, está analizando una posible demanda por su trabajo de auditoría para NMC Health, un proveedor de atención médica que cotiza en Londres y que entró en administración después del descubrimiento de una deuda de US$4.000 millones. Al mismo tiempo, el gigante de la contabilidad ha sido demandado en EE.UU. acusado de enmascarar un fraude de seis años por parte de los inversores de NMC Health.
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