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La población creció 1,3 millones de personas durante el año pasado, hasta los 40,8 millones, según estimación de Statistics Canada
La tasa de crecimiento de la población de Canadá alcanzó un nuevo récord, coronando un año en el que uno de los mayores programas de inmigración del mundo alcanzó su velocidad máxima, mientras aumentaban las presiones sobre el Gobierno del primer ministro Justin Trudeau para que frenara las futuras entradas.
La población creció en 1,3 millones de personas durante el año pasado, hasta los 40,8 millones, según la estimación de Statistics Canada publicada el miércoles en Ottawa. Equivale a la población de Estonia y es el ritmo anual más rápido en Canadá desde 1957.
Con una tasa anual de 3,2%, Canadá se sitúa ahora entre los países de más rápido crecimiento del mundo, sólo por detrás de algunas naciones africanas con alta fecundidad. En 2022, la población creció 2,7%, es decir, 1,1 millones de personas, un récord anterior, cuando Canadá sumó por primera vez más de un millón de personas debido a la fuerte inmigración.
Sólo 2,4% del aumento del año pasado procedió de los nacimientos netos, y el resto fue impulsado por la migración internacional, principalmente residentes no permanentes como trabajadores extranjeros y estudiantes. Sin la inmigración temporal, el crecimiento demográfico de Canadá habría sido de 1,2%.
Pero con los planes para reducir el número de residentes temporales y estudiantes internacionales ya en marcha, 2023 marcará probablemente el punto álgido del auge demográfico de Canadá impulsado por la inmigración. Los economistas prevén que las nuevas restricciones reducirán a la mitad o más la tasa de crecimiento demográfico anual.
Los impresionantes aumentos de población ayudaron a impulsar la economía canadiense en medio de elevados tipos de interés, pero el aumento de la población puso a prueba las infraestructuras y los servicios, agravó la escasez de viviendas y disparó los alquileres. La preocupación por el deterioro del nivel de vida obligó al gobierno a reducir su ambición de inmigración, una lección para las economías avanzadas que dependen de los recién llegados para evitar el declive económico.
Por otra parte, el reloj de población en tiempo real de la agencia muestra ahora que la población de Canadá se acerca a los 41 millones de habitantes, solo nueve meses después de haber superado los 40 millones en junio.
En 2023, Canadá sumó 471.771 residentes permanentes y 804.901 inmigrantes temporales, grupo que incluye a trabajadores extranjeros, estudiantes y solicitantes de asilo. Fue el segundo año consecutivo en que la inmigración temporal impulsó el crecimiento de la población y el tercero con un aumento neto de este grupo.
Se calcula que el 1 de enero vivían en Canadá 2,7 millones de residentes temporales. La mayoría eran titulares de permisos de trabajo o estudio y alrededor de 12% solicitantes de asilo.
En otro comunicado, Statistic Canada señaló que el número de trabajadores extranjeros temporales en los sectores agrícolas del país se triplicó entre 2005 y 2020, y alrededor de 10% acabaron convirtiéndose en residentes permanentes. De ellos, sólo una quinta parte sigue empleada en la agricultura: más de 60% se trasladó a otros sectores.
"Las bajas tasas de retención implican que incluso si los trabajadores extranjeros temporales en la agricultura primaria reciben el estatus de residente permanente, esto puede no resolver el problema de la escasez crónica de mano de obra que enfrenta este sector", dijo la agencia.
El año pasado, unos 333.000 residentes se trasladaron de una provincia o territorio a otro, la segunda cifra más alta desde la década de 1990, y el tercer año consecutivo en que la migración interprovincial superó los 300.000 emigrantes.
Alberta, productora de petróleo, registró el mayor aumento neto de migración interprovincial en 2023, el mayor aumento a nivel nacional desde que se dispone de datos comparables en 1972. Nueva Escocia, Nuevo Brunswick y la Isla del Príncipe Eduardo también registraron aumentos netos.
Por el contrario, Ontario, la provincia más poblada, perdió el mayor número de personas. En Columbia Británica también se marcharon más personas que el año pasado, la primera migración neta negativa desde 2012.
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