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En medio de las primerias de New Hampshire, el actual Presidente hace movidas para reducir la brecha que las encuestas marcan contra Trump
El presidente Joe Biden está montando una nueva ofensiva sobre el derecho al aborto, parte de una estrategia más amplia para agudizar el contraste con Donald Trump mientras el favorito republicano avanza hacia la nominación de su partido.
La esperanza en la sede de la reelección del presidente es que el esfuerzo - y la rápida reducción del campo republicano - cristalizará la elección de los votantes en noviembre, según funcionarios de la campaña de Biden y aliados, que discutieron su enfoque bajo condición de anonimato.
En privado, sus colaboradores reconocen que Biden ha pasado apuros en los últimos meses, en los que las encuestas se han visto mermadas por la inquietud de los votantes y los donantes ante la edad y la capacidad del presidente, así como por la persistente preocupación por la economía y la inflación.
Sin embargo, los responsables de la campaña han restado importancia a los problemas de Biden, argumentando que una contienda más reñida ofrece la oportunidad de desplegar una estrategia que llevan meses desarrollando: un esfuerzo coordinado para presentar las elecciones como una elección entre el actual presidente y su predecesor en cuestiones como el aborto, la democracia y los derechos civiles.
Están convencidos de que la preocupación por Biden se disipará -sobre todo entre los votantes moderados de los estados indecisos- si las elecciones generales se celebran en esos términos. La carrera es también una oportunidad para demostrar a quienes dudan de la capacidad de Biden para hacer campaña al por menor que 2024 no será una repetición de su campaña centrada en el sótano de hace cuatro años durante la pandemia.
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Desde el día de las elecciones, se han disparado 73%, lo que las sitúa en 69% para 2024. Esto significa que, en menos de dos meses
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