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La multinacional está trabajando en un plan de sustentabilidad de aquí a 2030 y, además, busca que participación en e-commerce ascienda
El 3 de enero del año pasado, la fabricante brasileña de cosméticos Natura anunció la adquisición de la estadounidense Avon, movimiento que originó la creación de la cuarta mayor empresa de esta industria en el mundo.
"La combinación crea un poderoso grupo de excelencia en cosméticos, multimarca y multicanal, con conexión directa con los consumidores", señalaron entonces las empresas en un comunicado, y es que el gigante brasileño también es propietario de The Body Shop y Aesop.
Tras este paso, hoy Avon -reconocida por sus ventas por catálogo-, está dando un giro en sus pilares de funcionamiento, principalmente por el compromiso para levantar un plan integral de sustentabilidad de aquí a 2030. Esto implica intensificar cambios de envases sostenibles, proveedores, reducir la huella de carbono, tratar de aportar en una economía circular y regeneración, junto a otros desafíos.
Pero también ha conllevado potenciar otros objetivos. Así, la firma relanzó este año su marca, con una nueva identidad visual con la que busca reforzar su posicionamiento. "Mira de Nuevo" es el nombre de su campaña, que coincidió con su 135º aniversario y hace un guiño a mirar la historia de la compañía, su activismo en temas de género y a las nuevas propuestas que están entregando a los consumidores.
"Hubo un periodo de ocho a 10 años en los que no hicimos muchas inversiones a nivel de posicionamiento de marca por tema de recursos y porque el foco estaba en otra administración de negocio. Entendimos que estábamos perdiendo en categorías como el maquillaje, el cual abre muchas puertas y tiene mucha actividad", destaca su gerente general, Sebastián Abad.
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