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Tras la subida de la tasa de interés de la Fed el Banco de Inglaterra decidió aumentarla también para reducir la creciente inflación
El Banco Central de Inglaterra disminuyó su pronóstico de inflación máxima, ubicándola en menos de 11%. La entidad financiera dijo que se podría evitar una profunda recesión gracias al plan de alivio energético que elaboró el gobierno de la nueva primera ministra, Liz Truss. Además, se prevé que el producto interno bruto (PIB) del tercer trimestre de 2022 se sitúe en -0,1%, con ello, se presentaría solo una recesión técnica. El banco informó un aumento de los tipos de interés de 50 puntos básicos, hasta 2,25%, el nivel más alto desde diciembre de 2008.
Cinco miembros del comité del Banco de Inglaterra votaron por subir la tasa en 0,5 puntos porcentuales, tres pidieron aumentarla en 0,75 puntos y uno dijo que hubiera preferido un incremento de 0,25 puntos porcentuales, según la entidad.
En agosto, el banco ya había subido los tipos de interés en 50 puntos básicos, pese a los riesgos de una recesión en los próximos meses, pues prioriza reducir la inflación del mismo modo que lo ha hecho la Reserva Federal (Fed) este año, ya que la inflación de Reino Unido se acerca al nivel más alto en los últimos 40 años de ese país.
Sin embargo, la tasa anual del IPC mostró una disminución en agosto, pasando de 10,1% en julio a 9,9% el mes pasado, este es el primer retroceso registrado en casi un año. No obstante, la cifra sigue siendo superior al objetivo fijado por el Banco de Inglaterra, que espera se ubique en 2%. El comité anunció que “respondería con fuerza según sea necesario” si la inflación sigue subiendo los próximos meses.
La entidad agregó que el riesgo al alza podría provenir de una demanda más fuerte. Eso, junto con el incentivo de algunos funcionarios para un movimiento de tres cuartos de punto, puede preparar el escenario para un mayor incremento a finales de 2022.
El comité del banco central dijo que en la reunión de noviembre revisarán el impacto en sus previsiones y si es el caso, la incidencia en los tipos del nuevo plan de “crecimiento” que hoy presentará el gobierno de la nueva primera ministra, Liz Truss.
La entidad reiteró que preparan medidas drásticas para reducir la inflación, aunque aumente la deuda pública, como la eliminación del tope al bono de los banqueros, la rebaja del impuesto de sociedades y los préstamos para las empresas de energía, con lo que se busca que limiten el incremento de los recibos.
Además, el comité del Banco de Inglaterra votó por unanimidad a favor de disminuir su cartera de bonos del gobierno comprados en su programa de alivio cuantitativo que inició en la crisis financiera de 2009. De esta manera, prevé disminuirlo en 80.000 millones de libras (US$89.992 millones), en los siguientes doce meses, hasta 758.000 millones de libras (US$855.666 millones).
“La Reserva Federal allanó el camino para que gran parte del mundo continúe con aumentos agresivos de los tipos, y eso conducirá a una recesión global”.
En cuanto a la libra esterlina, el banco central de Inglaterra está pendiente de su evolución, pues este año se ha depreciado aproximadamente 14.9% frente al dólar, debido a las especulaciones sobre el estado de las finanzas de Reino Unido.
Tras la subida de la tasa de interés de la Fed y del Banco de Inglaterra, las bolsas internacionales se han teñido de rojo. En la jornada de ayer el Ftse británico, retrocedió 1,08%. Las otras bolsas europeas también registraron retrocesos, el Dax alemán se redujo 1,84%; el Cac francés, bajó 1,87%; el Mib italiano, disminuyó 1,07% y el Ibex perdió 7.800 puntos, cerca de 1,24%. Mientras que el mercado de renta fija de los bonos sigue repuntando, los rendimientos a 10 años ahora se ubican cerca de 3,3%, aproximándose a la cifra más alta desde 2011, esto se debe a los estímulos anunciados por Truss.
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