MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Las primeras etapas podrían completarse a mediados de la próxima década. Esta sería la tercera planta más grande de Basf en el mundo.
Basf SE planea invertir US$10.000 millones en un segundo complejo químico en China, su mayor proyecto de expansión hasta la fecha que pone de relieve los pasos de la nación asiática para abrir más industrias a la inversión extranjera.
Acompañada por la canciller Angela Merkel y el primer ministro chino, Li Keqiang, la compañía alemana firmó el lunes un acuerdo preliminar para el proyecto en Guangdong. Basf poseerá 100% de la planta manufacturera a la que llama un “Verbund”, la primera vez que un fabricante de productos químicos extranjero se instala solo en China.
Las primeras etapas podrían completarse a mediados de la próxima década, en tanto Basf predijo que la planta podría llegar a convertirse en la tercera más grande que tiene en todo el mundo.
El acuerdo es una victoria para el nuevo máximo ejecutivo, Martin Brudermüller, quien pasó años a cargo de las operaciones de Basf en Asia, después de que el primer “Verbund” de la compañía en China hace una década solo naciera a través de una asociación con el fabricante chino de petroquímicos Sinopec.
En un momento de fuertes tensiones con Estados Unidos por los desequilibrios comerciales, China está enviando el mensaje de que más industrias seguirán a los sectores automotriz y bancario al permitir el ingreso de empresas extranjeras, creando el potencial para una nueva alineación poderosa con Europa.
"Este es un paso importante de ser pionero en la apertura del mercado químico", dijo Brudermüller en una entrevista con Bloomberg en Berlín. "Estamos muy contentos de que, obviamente, Basf sea el que podría ser el primero en dar ese paso. Esto también se deriva de la larga historia de nuestra empresa de más de 130 años en China".
Cambio bienvenido
Fabricantes alemanes desde Siemens AG a BASF han presionado por mucho tiempo para que el país permita el acceso a sus mercados. BASF ha ampliado su base en China, un mercado de productos químicos que será más grande que los de Estados Unidos y Europa juntos, señaló Brudermüller. China, que representó casi 8% de los ingresos el año pasado, ha aumentado las ganancias en los últimos trimestres en tanto el gobierno busca reducir la contaminación a través del cierre de empresas locales más pequeñas.
El acuerdo de hoy será una señal bienvenida de cambio. Un grupo de líderes empresariales, incluido el entonces CEO de Basf Jürgen Hambrecht, acompañó a Merkel en una visita el 2010 y transmitió su frustración directamente al primer ministro de la época Wen Jiabao por las restricciones a las empresas extranjeras y el intercambio unilateral de tecnología y conocimiento para empresas locales.
En lugar de establecer una base en el Medio Oriente rico en petróleo y gas, Brudermüller está optando por el sur de China, donde puede acceder a los crecientes mercados automotriz, de productos para la salud y el consumo, así como rutas comerciales a través de un puerto oceánico en la costa del mar de China meridional.
Mantener la confianza
Como parte de un grupo de ejecutivos prometedores que Basf envió al extranjero para que la junta tuviera más experiencia internacional, Brudermüller dirigió operaciones en la región de Asia Pacífico durante cerca de 12 años. Basf también fue pionero en el avance de los fabricantes occidentales de productos químicos con su empresa conjunta con Sinopec en Nanjing, cuando la normativa establecía que los extranjeros solo podían tener una participación de 50% en cualquier proyecto de ese tipo.
"Si eres activo en China, creo que siempre tienes que tratar de alinear tus intereses como una empresa con los intereses de China", señaló el CEO.
Los abogados explican que muchos ejecutivos extranjeros se trasladaron a vivir a España con sus familias con la Ley Beckham
Nike espera que los ingresos en el trimestre actual disminuyan en dos dígitos, una caída más pronunciada que la caída de 7,7%
El minorista de artículos de fiesta, con sede en Nueva Jersey, se acogió al Capítulo 11 de la ley de quiebras en Texas, según muestran los documentos judiciales