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Las acciones del grupo químico y farmacéutico iniciaron la sesión con caídas iniciales de 8%. Pero hora y media después el derrumbe se elevaba a 21%
Las indemnizaciones millonarias por el glifosato no son el principal detonante de su descalabro bursátil
La senda bajista en la cotización de Bayer se agrava hoy al registrar el mayor desplome de su serie histórica, superior incluso a los sufridos a causa del glifosato. Sus acciones, de golpe, pierden hasta más de 20% en la Bolsa de Fráncfort.
El Dax alemán choca con un nuevo obstáculo. Reciente aún la mayor caída de la historia de Siemens Energy, otro integrante del índice bursátil de referencia en Alemania como Bayer registra en la sesión de hoy un desplome sin precedentes en Bolsa.
Las acciones del grupo químico y farmacéutico iniciaron la sesión con caídas iniciales de 8%. Pero hora y media después el derrumbe se elevaba a 21%, el mayor de toda la serie histórica, según los datos de Reuters. Durante los últimos años su mayor caída se remontaba a 13,1% sufrido en octubre de 2020.
En esta ocasión, además, las indemnizaciones millonarias por el glifosato no son el principal detonante de su descalabro bursátil. La avalancha de ventas en las acciones de Bayer se desata hoy como respuesta al fiasco en el desarrollo de su fármaco más prometedor.
La empresa alemana ha decidido cancelar el estudio de su anticoagulante asundexian. Los resultados finales, de fase III, no han logrado alcanzar los objetivos esperados, y han demostrado efectos inferiores a los fármacos de competidores como los de Bristol-Myers y Pfizer.
La debilidad industrial en Alemania y la losa de las indemnizaciones derivadas del glifosato habían convertido el desarrollo de su anticoagulante asundexian en una de las grandes esperanzas de negocio, y bursátiles, de Bayer. No en vano, las previsiones pasaban por generar unas ventas superiores a los 5.000 millones de euros (US$5.455) al año gracias a asundexian.
Estas expectativas se esfuman de golpe con la cancelación del estudio del anticoagulante para su indicación principal, lo que provoca un abrupto ajuste a la baja en las estimaciones sobre Bayer. Los analistas de Morgan Stanley destacan que "vemos esto como un aspecto negativo significativo ya que asundexian era el medicamento clave en desarrollo de Bayer, y el ensayo fue para la indicación principal de asundexian".
En términos más bursátiles los analistas de Jefferies advertían desde el primer momento que como resultado de la cancelación del estudio "esperamos presión sobre el precio de las acciones". JPMorgan pone cifras a esta presión, al considerar que la "decepción significativa" sobre asundexian probablemente eliminará las ventas de un activo estimado, en términos de valoración bursátil, en 11,7 euros (US$12,7) por acción. Este precio por título equivale a 28% de los 41,45 euros (US$45,22) con los que Bayer cerró la sesión del pasado viernes. El desplome en Bolsa de Bayer se acerca hoy a este porcentaje, al superar por momentos 20%.
El fiasco en el desarrollo de su fármaco más esperanzador pone en duda la estrategia a medio plazo de Bayer, en un momento especialmente delicado para el conjunto de la industria europea, y en particular para el sector químico, uno de los más afectados tanto por la desaceleración de la economía europea como por el incremento registrado el pasado año en los precios energéticos al tratarse de una de las industrias con un uso más intensivo de la energía. La crisis del sector ha llevado incluso al Gobierno alemán a anunciar recientemente un plan de ayudas públicas para aliviar la crisis de su sector químico.
La cotización de Bayer ha agravado además sus caídas respecto al resto del sector químico en los últimos años debido a un factor adicional, el goteo de indemnizaciones al que tiene que hacer frente a causa del glifosato. El presunto efecto cancerígeno del herbicida de la estadounidense Monsanto, adquirida por el grupo alemán, sigue lastrando las cuentas de Bayer. Este mismo fin de semana un jurado de Missouri, en Estados Unidos, ha condenado a la empresa alemana al pago de US$1.500 millones, unos 1.375 millones (US$1.500), a tres usuarios de Roundup, el herbicida a base de glifosato comercializado durante décadas por Monsanto.
El resultado de estos desplomes son los mínimos de cerca de dos décadas con los que cotiza Bayer. Solo en los doce últimos meses sus acciones acumulan un revés cercano a 40%. En un horizonte de inversión más amplio, el descalabro supera el 75% desde los récords alcanzados el año 2015 en la Bolsa de Fráncfort.
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