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Es el tercer descenso de las tasas que lleva a cabo la autoridad monetaria en lo que va de año, deja el precio del dinero en 3,25%
La autoridad monetaria acomete su tercera bajada de tipos este año, la primera realizada de forma consecutiva y sin publicar nuevas proyecciones macroeconómicas. La debilidad reciente de la zona euro y el descenso de la inflación, claves en la decisión.
Un paso adelante, un escalón más. El Banco Central Europeo, BCE, ha anunciado un nuevo recorte de los tipos de interés,un movimiento que deja el precio del dinero en 3,25%, niveles desconocidos desde marzo del pasado ejercicio.
Es el tercer descenso de las tasas que lleva a cabo la autoridad monetaria en lo que va de año. Con ello deja ya lejos, a 75 puntos básicos, el pico del coste de financiación alcanzado en septiembre de 2023, en 4%.
La fuerte caída de la inflación, que se situó por debajo del objetivo de 2% en septiembre, unida a los débiles indicadores macroeconómicos ha justificado la decisión del Consejo de Gobierno,que ha preferido acelerar para reducir el riesgo de lastrar en exceso la economía de la región.
"La información más reciente sobre la inflación muestra que el proceso de desinflación continúa conforme a lo previsto. Las perspectivas de inflación también se ven afectadas por las recientes sorpresas a la baja en los indicadores de la actividad económica", señala el BCE en su comunicado.
Hasta hace unas semanas, la posibilidad de una bajada de tipos en esta cumbre, celebrada en Brdo, cerca de Liubliana, Eslovenia, era para muchos una quimera.En su intervención en septiembre, Christine Lagarde, presidenta del BCE, había señalado que le parecía que había "poco tiempo" entre la cumbre de septiembre -en la que ya recortaron las tasas- y el momento de tomar una nueva decisión en octubre, por lo que todo parecía apuntar a que esperarían a tener más información.
Sin embargo, los últimos datos recibidos han dado al traste con esa planificación y el BCE ha optado por relajar su política monetaria en una reunión con diferentes halcones, como se llama a los miembros más duros de la institución, mostrando incluso que estaban abiertos a ello.
Es la primera vez en este ciclo que la autoridad monetaria europea recorta las tasas sin antes publicar nuevas proyecciones macroeconómicas y sin contar con información nueva en lo relativo al crecimiento salarial, su principal preocupación a la hora de estabilizar la inflación.
Pese al anuncio, el foco de los inversores estaba pendiente en tratar de anticipar si la bajada de los tipos de interés de hoy suponía un punto de inflexión que acelerara la relajación monetaria o si, por el contrario, se quedaba en un caso aislado. A falta de la intervención de Lagarde, que podría arrojar algo de luz en ese sentido, el BCE ha optado por mantener su dureza en el comunicado.
"Las decisiones sobre los tipos de interés se basarán en su valoración de las perspectivas de inflación teniendo en cuenta los nuevos datos económicos y financieros, la dinámica de la inflación subyacente y la intensidad de la transmisión de la política monetaria, sin comprometerse de antemano con ninguna senda concreta de tipos", ha confirmado el comunicado.
La autoridad monetaria ha querido hacer de menos las presiones a la baja en la inflación que le han llevado a tomar la decisión de bajar hoy los tipos de interés.A pesar del movimiento prudente posible porque "las condiciones de financiación siguen siendo restrictivas", el BCE sigue convencido de que la inflación rebotará a finales de año.
"Se espera que la inflación aumente en los siguientes meses, y que posteriormente descienda hasta el objetivo durante el próximo año. La inflación interna sigue siendo alta, dado que los salarios continúan subiendo a un ritmo elevado", ha asegurado el Consejo de Gobierno en un mensaje que no transmite demasiado optimismo respecto a que el BCE tenga previsto recortar sus tasas en cada una de las reuniones que estén por llegar.
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