Biden exige que EE.UU. "haga frente" a fabricantes de armas tras la masacre de Texas

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, lamentó esta noche el asesinato de al menos 18 niños y un maestro en un tiroteo masivo en una escuela primaria de Texas el martes, calificó sus muertes de sin sentido y exigió acciones para tratar de frenar la violencia.

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Al menos 19 muertos, de ellos 18 niños, en tiroteo en una escuela primaria de Texas

“Esperaba, cuando me convirtiera en presidente, no tener que hacer esto de nuevo”, dijo Biden en la Casa Blanca, en declaraciones. “Otra masacre en Uvalde, Texas, una escuela primaria de hermosos e inocentes alumnos de segundo, tercero y cuarto grado”.

“Como nación”, dijo, “tenemos que preguntarnos: ¿Cuándo vamos a hacer frente al lobby de las armas? ¿Cuándo vamos a hacer lo que sabemos en nuestras entrañas que se debe hacer?

La masacre del martes en la Escuela Primaria Robb es la última de una serie de tiroteos masivos que han sacudido al país. Hace apenas 10 días, un pistolero en Buffalo, Nueva York, abrió fuego en un supermercado y mató a 10 personas en un ataque racista.

El ataque en Uvalde, que se encuentra a unos 120 kilómetros al oeste de San Antonio, es el tiroteo más mortífero en una escuela de Estados Unidos desde que un hombre armado mató a 26 personas, la mayoría estudiantes de primer grado, en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut, en 2012.

El tirador, un joven de 18 años, fue abatido el martes por los oficiales que respondieron.

Biden fue informado sobre el tiroteo de Uvalde a bordo del Air Force One cuando regresaba a Washington de un viaje a Corea del Sur y Japón. Ordenó que las banderas estadounidenses ondearan a media asta hasta el 28 de mayo.

Con la legislación de control de armas estancada en el Capitolio, el presidente tiene poco que ofrecer más que otro llamado a la acción y dolor para las familias de las víctimas. Biden no pidió medidas específicas, pero dijo que cuando Estados Unidos prohibió las armas de asalto, los tiroteos masivos disminuyeron y luego se “triplicaron” después de que expiró la ley.

Los demócratas han intentado y fracasado repetidamente en promulgar nuevas medidas de control de armas, incluidas verificaciones universales de antecedentes y una prohibición de armas de asalto, en la década posterior a Sandy Hook.

El demócrata de Connecticut Chris Murphy, quien fue elegido para el Senado un mes antes del tiroteo en Sandy Hook, pronunció un discurso enojado y apasionado en el pleno del Senado implorando al Congreso que apruebe una ley de control de armas.

“Nuestros niños viven con miedo cada vez que ponen un pie en un salón de clases porque temen ser los siguientes. ¿Qué estamos haciendo? ¿Por qué pasas todo este tiempo postulándote para el Senado de los Estados Unidos?”, dijo. “¿Por qué te tomas la molestia de conseguir este trabajo y ponerte en una posición de autoridad si tu respuesta, a medida que aumenta la masacre y nuestros niños corren por sus vidas, es que no hacemos nada?”.

Los republicanos y un puñado de demócratas de centro han bloqueado múltiples propuestas.

El senador republicano Jim Inhofe de Oklahoma dijo que no podía concebir ninguna legislación que pudiera prevenir ataques como el de Uvalde.

La legislación que amplía la verificación de antecedentes de armas a las ventas en ferias de armas y en línea aprobó la Cámara de Representantes liderada por los demócratas en marzo del año pasado con una votación de 227-203 y se aprobó un segundo proyecto de ley, 219-210, que evitaría que las ventas de armas continúen si se realiza una verificación de antecedentes. no se completa dentro de los tres días permitidos por la ley actual.

Pero en el Senado 50-50, donde se necesitan al menos 10 votos republicanos para superar una maniobra obstruccionista, ambas medidas se estancaron. Murphy y algunos senadores republicanos entablaron conversaciones sobre un compromiso bipartidista que exige la verificación de antecedentes en las ventas comerciales de armas.

Pero colapsaron después de que el senador republicano John Cornyn abandonó las negociaciones; Murphy dijo que no estaban dando ningún fruto mientras los legisladores discutían sobre la definición de ventas “comerciales”.