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El hidrógeno se carga en un camión en una planta de hidrógeno verde líquido
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El crédito fiscal creado por la ley climática emblemática de Biden ahora incluye una excepción que beneficiará a algunas plantas
La administración Biden flexibilizó algunas salvaguardas estrictas sobre un crédito fiscal de miles de millones de dólares para la producción de hidrógeno, después de que las empresas argumentaran que las reglas sofocarían la fabricación nacional del combustible.
El crédito fiscal creado por la ley climática emblemática del presidente Joe Biden ahora incluye una excepción, solicitada por empresas como Constellation Energy, que beneficiará a algunas plantas de energía nuclear existentes, según las reglas finales publicadas por el Departamento del Tesoro el viernes.
Las reglas, que se publicaron en forma de borrador en diciembre de 2023, también brindan vías para que el hidrógeno elaborado a partir de gas natural con sistemas de captura de carbono, metano y gas natural renovable reciba el crédito fiscal.
El crédito, que otorga hasta US$3 por kilogramo de producción, tiene como objetivo estimular una industria nacional de combustible de combustión limpia, que según sus defensores es fundamental para reducir las emisiones de dióxido de carbono en la producción de acero, cemento y transporte pesado.
Las normas que rigen los subsidios para este combustible han sido objeto de un intenso cabildeo sobre qué proyectos pueden calificar, y productores como Plug Power presionan para que se modifiquen.
“Las amplias revisiones que hemos realizado en esta norma final brindan la certeza que los productores de hidrógeno necesitan para seguir adelante con sus proyectos y hacer de Estados Unidos un líder mundial en hidrógeno verdaderamente verde”, dijo John Podesta, asesor principal de Biden en materia climática, en un comunicado.
Las acciones de Constellation subieron 2,6% antes del inicio de las operaciones regulares en Nueva York. Las acciones de Plug Power subieron 2,5%.
Según la propuesta, los créditos más lucrativos se destinarán a proyectos alimentados por energía eólica, solar u otras plantas generadoras de energía renovableque se hayan incorporado a la red dentro de los tres años posteriores al inicio de las operaciones de la planta de hidrógeno.
Pero en un cambio de la norma, los productores tienen dos años adicionales para cumplir con el requisito de que la energía limpia se genere al mismo tiempo que el gas.
Las nuevas normas permiten que algunos reactores nucleares se consideren una fuente de energía limpia. También incluyen la electricidad de estados que tienen límites “sólidos” de emisiones de gases de efecto invernadero junto con estándares de electricidad limpia, entre ellos California y Washington.
Además, se incluye el metano producido a partir de gas natural mediante captura y secuestro de carbono. Los responsables de las políticas también ampliaron la elegibilidad de los tipos de gas natural renovable que se pueden utilizar, incluido el metano de aguas residuales, estiércol animal y minas de carbón.
La norma final “ofrece a los desarrolladores de proyectos la base para evaluar oportunidades de escalar implementaciones de hidrógeno limpio”, dijo Frank Wolak, presidente de la Asociación de Energía de Pilas de Combustible e Hidrógeno, en un comunicado.
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