Bolsonaro y Lula se dirigen al enfrentamiento final antes de segunda vuelta en Brasil

Los brasileños Jair Bolsonaro y Luiz Inacio Lula da Silva se enfrentarán el viernes por la noche en un debate televisado de todo o nada mientras intentan influir en los votantes a solo dos días de las elecciones.

La reunión, organizada por Globo TV en Río de Janeiro, es la última oportunidad para que los candidatos lleguen a millones de brasileños antes de la segunda vuelta electoral del domingo. Si bien las encuestas muestran que más del 90% de las personas ya han tomado una decisión, el debate aún podría tener un impacto en la carrera, que resultó ser más reñida de lo esperado.

Bolsonaro buscará burlarse y desviar a Lula, quien a su vez quiere parecer sereno y preciso, según personas cercanas a los candidatos que pidieron permanecer en el anonimato para discutir estrategias de campaña privadas. Ambos luchan por los votos de aquellos que se encuentran dudando entre dos opciones que no les gustan especialmente.

El show comenzará a las 9:30 pm hora local, más temprano de lo habitual, un requisito de ambas campañas luego de que los debates de la primera ronda se extendieran hasta las primeras horas de la mañana. También tendrá una regla de no tocar, informaron medios locales, luego de un momento tenso entre los candidatos en una reunión anterior .

Habrá cinco segmentos en los que los candidatos tendrán que administrar su propio tiempo: dos se centrarán en temas específicos, dos serán discusiones de tema abierto y el último bloque está destinado a las consideraciones finales.

Lula pasó la mayor parte de la semana preparándose, luego de un desempeño deficiente en el primer enfrentamiento televisado de la segunda vuelta, administrando mal su tiempo y dejando sin respuesta las denuncias de corrupción de su oponente.

El líder izquierdista, que este jueves cumplió 77 años, quiere mostrarse renovado y confiado, y menos ronco que en anteriores ocasiones, según uno de sus asesores. Si bien su equipo de campaña sabe que los debates no son el punto fuerte de Lula, quieren que su actuación refleje su liderazgo en las encuestas , dijo la persona.

Valores familiares, Religión

Bolsonaro, de 67 años, se esforzará por esquivar los ataques mientras busca picar a Lula sin parecer agresivo. Es probable que se ciña al guion visto en reuniones anteriores, haciendo acusaciones de corrupción y diciendo que su oponente tiene vínculos con gobiernos en bancarrota en América Latina.

Es probable que el presidente de derecha también continúe enfocándose en su agenda social conservadora, una mezcla de valores familiares tradicionales y religión, que tiende a resonar entre los votantes evangélicos.

El titular, que en la primera vuelta rechazó ser entrenador para los debates, se ha mostrado más abierto a los consejos de fuera de su círculo cercano. En el primer debate de la segunda vuelta, fue instruido por un experto designado por el empresario Roberto Justus, conocido por conducir la versión brasileña de El aprendiz, según dos asesores de campaña que hablaron bajo condición de anonimato.

Sin embargo, uno de los principales entrenadores de Bolsonaro probablemente seguirá siendo su hijo Carlos, dijeron las personas. Carlos es el responsable de las redes sociales de su padre y se le puede ver fuera de cámara charlando con el presidente durante los recesos de la mayoría de los debates realizados hasta el momento.

Después de un desempeño mejor al esperado el 2 de octubre, Bolsonaro parece haberse estancado en las encuestas. El presidente, que estaba detrás de Lula por unos 6 millones de votos en la primera vuelta, estaba cobrando impulso hasta que su campaña se vio afectada por una serie de errores e incidentes en los últimos días, incluido un violento enfrentamiento entre un antiguo aliado y la policía.

En la recta final de la carrera, el presidente ha intensificado su retórica contra la autoridad electoral de Brasil, alegando que las estaciones de radio dieron preferencia a los anuncios de campaña de Lula. Bolsonaro centró sus ataques en Alexandre de Moraes, jefe de la corte electoral, iniciando otra disputa con el juez de la Corte Suprema que encabeza una investigación de gran alcance sobre la desinformación.

La estrategia no fue un consenso dentro de su campaña, que está dividida sobre si pudo haber sido un tiro en el pie, dijo un miembro del personal. El máximo tribunal electoral no solo rechazó la solicitud, sino que ordenó una investigación sobre la campaña del presidente por un posible intento de perturbar las elecciones.