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En el caso del sismo del pasado martes, no se activa el bono catastrófico, debido a que fue menor a 8 grados y esto no cumple con el contrato de parámetros de magnitud para sismos en el país.
El bono catastrófico que contrata el gobierno federal para enfrentar desastres naturales no se activará para el sismo de 7.1 grados que sacudió al país el día de ayer y que posiblemente deje mayores afectaciones que el temblor del pasado siete de septiembre, informó Fernando Galindo, subsecretario de egresos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (Shcp).
“En el caso del sismo del pasado martes, no se activa el bono catastrófico, debido a que fue menor a 8 grados y esto no cumple con el contrato de parámetros de magnitud, pero el Fondo de Desastres Naturales (Fonden) cuenta con un seguro de exceso de pérdidas”, dijo en entrevista.
Detalló que el bono catastrófico cuenta con una cobertura por US$150 millones y sólo beneficiará a Oaxaca y Chiapas; mientras que la Ciudad de México, Morelos y Puebla contarán con el seguro de exceso de pérdidas del Fonden que cuenta con una cobertura de 5.000 millones de pesos mexicanos (US$281,3 millones).
“La activación del bono depende del lugar del epicentro y de la magnitud del sismo, y no de dónde se tengan mayores afectaciones (…) El bono catastrófico sólo se activará para el sismo que ocurrió el pasado 7 de septiembre porque cumple con la magnitud y epicentro del contrato y los recursos se entregaran a Oaxaca y Chiapas”.
Recalcó que el Fonden cuenta con casi 15.000 millones de pesos (US$844 millones) para hacer frente a cualquier desastre natural. Indicó que dependiendo de la evaluación de los daños de los terremotos del 7 y 19 de septiembre, se podrá ampliar su presupuesto.
“Se dará la información de los daños a la Cámara de Diputados para que a más tardar el 15 de noviembre decidan si se amplían los recursos de dicho fondo (…) El Fonden tiene que cubrir los primeros 1.000 millones de pesos (US$56,26 millones), y el seguro de exceso cubre de los 1.000 hasta los 5.000 millones de pesos (US$281,3 millones)”.
Hasta el próximo 10 de octubre, la Shcp conocerá cuánto recibirá por el bono catastrófica que se activó para indemnizar los daños en Oaxaca y Chiapas.
Finanzas públicas ni PIB se verán afectados
Galindo comentó que aún no existen los suficientes elementos para definir si los recientes sismos tendrán un impacto negativo sobre las finanzas públicas y el crecimiento económico del país.
Aunque sí reconoció que el sector público tendrá que hacer un gasto significativo para las reconstrucciones de ciertos inmuebles.
“No se cuentan con los elementos para desviarnos y cambiar las estimaciones de crecimiento para este año ni el próximo. Estamos principalmente en la atención de la emergencia, haremos una evaluación de daños y la reparación sí va a tener consigo una inversión importante del sector público”.
Acotó que la iniciativa privada también podría destinar recursos para la reconstrucción de inmuebles, pues varios de ellos se encontraban asegurados.
“La afectación en las finanzas públicas en este momento no es significativo (…) El gobierno federal cuenta con un buen andamiaje presupuestal y administrativo, dado que se cuentan recursos tanto del Fonden como del bono catastrófico”.
Evalúan dar estímulos fiscales a la CDMX
Al igual que se hizo con las empresas y personas físicas de Oaxaca y Chiapas, la SHCP está considerando exentar del pago de impuestos a la Ciudad de México, Morelos y Puebla por las afectaciones que sufrieron por el sismo.
“Hoy sólo estamos en una etapa de ver la evaluación y afectación en el sector comercial para ver si se requiere un decreto que dé ciertos estímulos fiscales. Se tiene que tener claro las afectaciones en los comercios de la ciudad, hoy tenemos focalizados el daño en inmuebles cercanos a 40 y en caso de que se requiera se hará procedente el decreto”.
Con respeto a cómo se protegerán los recursos del Fonden para que no sean desviados o mal usados por los gobernadores, Galindo expuso que los recursos no irán directamente a las tesorerías de las entidades federativas, sino a un fideicomiso que administra Banobras.
“El banco a través de una fiduciaria paga la construcción de la obra. No se pueden administrar los recursos de manera discrecional. Estos recursos van a ser auditados por la Secretaría de la Función Pública y revisados por la Auditoría Superior de la Federación”.
Acotó que al igual que se hizo en Acapulco, Guerrero cuando ocurrieron los huracanes Ingrid y Manuel, se abrirá un portal de transparencia para que la gente le dé seguimiento sobre cómo se ejercen los recursos.
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