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La bóveda del fin del mundo que tienen varios países, tiene la misión de guardar biodiversidad agrícola y semillas del planeta
Nunca sabremos cuándo sucederá otra pandemia; cuándo alguna catástrofe azote al planeta, ni mucho menos cuando un meteorito caiga sobre la Tierra. Por tal motivo, en febrero de 2008, el Ministerio Noruego de Agricultura y Alimentos se anticipó y creó "La Bóveda del Juicio Final", situada en el corazón del Ártico, en el archipiélago de Svalbard, Noruega.
Este edificio apocalíptico funciona como un enorme depósito en el que se guardan más de un millón de muestras de semillas. Según declaraciones del gobierno noruego, "el Banco Mundial de Semillas recibió este lunes, 14 de febrero, 22.000 nuevas muestras, provenientes de distintos países". Actualmente, las reservas totales alcanzan 1.125.000 semillas, con casi 5500 especies y 89 bancos de genes, de acuerdo a los datos oficiales de la organización.
Cómo fue construida la bóveda del juicio final
El "Arca de Noé" vegetal es administrado por la organización internacional Crop Trust, junto con el Centro Nórdico de Recursos Genéticos y el Gobierno de Noruega.
Fue construida en el interior de una montaña del Ártico, a 130 metros sobre el nivel del mar para asegurar que el suelo esté seco. Sus diseñadores lo construyeron así para evitar cualquier catástrofe y mantener a salvo las semillas que se encuentran a una temperatura media de -18 grados. Además, se trata de uno de los territorios con menos actividad sísmica del mundo y a la vez el frío extremo permitiría conservar las plantas incluso sin electricidad.
Tiene como fin conservar la biodiversidad agrícola del planeta. Los científicos almacenan allí semillas congeladas de los cultivos más importantes del mundo con el objetivo de proteger este material genético de posibles desastres naturales, guerras y otras catástrofes. Como así también, las colecciones sirven a los agricultores y científicos para mejorar genéticamente las plantas y desarrollar nuevas variedades.
Con el fin de reducir al mínimo la exposición de los bancos de semillas al mundo exterior, el gran depósito apocalíptico solo abre unas pocas veces al año. De hecho, se dice que abriría nuevamente este año a principios de junio y a finales de octubre.
Por qué abrieron la bóveda ahora y qué países participaron
En esta ocasión, los bancos de genes de Sudán, Uganda, Nueva Zelanda, Australia, Alemania y el Líbano colocaron en la bóveda varios tipos de semillas, entre ellas mijo, sorgo y trigo, para renovar sus propias colecciones, informa el sitio web RT.
Además, afirman que el Centro Internacional de Investigación Agrícola en Zonas Áridas, que ya realizó tres retiradas de semillas -en 2015, 2017 y 2019- para recuperar las colecciones dañadas por la guerra en Siria, así como los depósitos ubicados en el Líbano y Marruecos, colocará en el banco unas 8.000 nuevas muestras.
"El hecho de que la colección de semillas destruidas en Siria durante la guerra civil se haya reconstruido sistemáticamente demuestra que la bóveda funciona como un seguro para el suministro actual y futuro de alimentos y para la seguridad alimentaria local", declaró la ministra de Desarrollo Internacional de Noruega, Anne Beathe Tvinnereim, citada por Reuters.
Plantas y alimentos
Según refleja la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) a lo largo de la historia, unas 30.000 especies de plantas comestibles, 6000 - 7000 se han cultivado como alimento.
Sin embargo, ahora se conoce que alrededor del 40 % de nuestras calorías provienen de tres cultivos principales: el maíz, el trigo y el arroz, lo que hace que el suministro de alimentos sea muy vulnerable en el caso de que los efectos del cambio climático dañen las cosechas.
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