MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
El programa revisa una iniciativa que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva presentó por primera vez en 2007 para aumentar las inversiones en energía, logística e infraestructura urbana y social
El plan de "aceleración del crecimiento" lanzado por Brasil el viernes prevé 1,7 billones de reales (US$347.500 millones) en inversiones que dependerán cada vez más de asociaciones público-privadas, mientras impulsa un nuevo plan de transición ecológica, el dijo el gobierno.
El programa, conocido como PAC, revisa una iniciativa que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva presentó por primera vez en 2007 durante su mandato anterior para aumentar las inversiones en energía, logística e infraestructura urbana y social.
Más tarde se amplió bajo su sucesora, la expresidenta Dilma Rousseff. Los críticos dicen que incurrió en un gasto excesivo, lo que exacerbó la crisis fiscal de Brasil y no logró avances fundamentales en infraestructura.
Esta vez, el gobierno de Lula dice que el plan seguirá un camino marcado por asociaciones más sólidas entre los sectores público y privado.
"Este PAC es diferente a los demás. El Estado estimulará las APP", dijo el jefe de Gabinete de Lula, Rui Costa, en el lanzamiento del programa en Río de Janeiro. Agregó que habría "responsabilidad fiscal y ambiental" mientras se vela por las necesidades sociales.
“Es hora de enterrar la idea de que la responsabilidad social es irresponsabilidad fiscal”, dijo.
Según el gobierno, el gobierno federal invertirá US$757.000 millones, o 22% del total, mientras que empresas estatales como el gigante petrolero Petrobras inyectarían US$699.000 millones.
Se ve al sector privado invirtiendo un total de US$124.875 millones de reales. El gobierno no detalló de inmediato el impacto fiscal de la iniciativa ni dio un cronograma específico para el plan.
Aunque el plan incluye varios proyectos en el sector de petróleo y gas liderados por Petrobras, e inversiones en los campos petrolíferos marinos del presal, el equipo de Lula enfatizó sus objetivos ambientales y anunció un "plan de transición ecológica".
Lula ha apostado su reputación internacional para revertir el retroceso ambiental bajo su predecesor de extrema derecha, Jair Bolsonaro, cuando la deforestación del Amazonas se disparó. Sin embargo, Lula está bajo presión para generar el crecimiento que tanto necesitan las regiones pobres y subdesarrolladas y quiere que Petrobras sea un motor de crecimiento.
El PAC no incluye el financiamiento para la pavimentación de la carretera BR-319 a través de partes vírgenes de la selva amazónica que el gobierno de Bolsonaro planeó y los ambientalistas advierten que causaría daños irreversibles.
El ministro de Hacienda, Fernando Haddad, dijo que el plan ecológico se centraría en establecer un mercado regulado de créditos de carbono, emitir bonos soberanos sostenibles y reformular un fondo climático que apunta a reducir las emisiones.
“Aceleraremos el crecimiento en nuestro país y ayudaremos a detener la degradación de nuestro planeta”, dijo Haddad en un discurso.
Aunque está previsto que la cumbre concluya el viernes, el nuevo documento mostraba que aún queda mucho por decidir
Trump ha atacado a los aliados de la Otan por su gasto en defensa. Durante la campaña amenazó que EE.UU. no apoyará a los aliados que no gasten lo suficiente en sus fuerzas armadas
El saliente mandatario buscaría cumplir con promesas de gobierno comprometiendo millones de dólares en ayudas climáticas