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El candidato a la alcaldía de Sao Paulo, Guilherme Boulos, participa en un mitin con su candidata a vicealcaldesa, Marta Suplicy, y el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, en Sao Paulo, Brasil
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Para ganar en primera vuelta, los candidatos a alcaldes de ciudades con 200.000 electores o más necesitan obtener más de 50% de los votos válidos
Los brasileños votaron el domingo para elegir alcaldes y concejales en más de 5.500 elecciones municipales, y los sondeos mostraron que los candidatos conservadores obtuvieron una fuerte victoria en varias ciudades importantes, lo que define el panorama político del país de cara a la carrera presidencial de 2026.
Todas las miradas están centradas en las elecciones a la alcaldía de Sao Paulo, la ciudad más grande de Brasil, donde tres candidatos compiten empatados después de una agresiva campaña, preparando el escenario para una segunda vuelta el 27 de octubre.
El actual alcalde de centroderecha Ricardo Nunes, que lideró la carrera hasta la semana pasada, está empatado en el segundo lugar con 26% de los votos con el influenciador digital de extrema derecha Pablo Marçal, una división sin precedentes en el voto conservador, según una encuesta del sábado.
El diputado izquierdista Guilherme Boulos, que cuenta con el apoyo del presidente Luiz Inácio Lula da Silva y su Partido de los Trabajadores, avanzó en vísperas de las elecciones y lidera el campo con 29%, según la encuestadora Datafolha.
Marçal, un novato político antisistema que ha subido en las encuestas con sus ataques virulentos a sus adversarios, llevó a cabo una campaña en las redes sociales con poco financiamiento y sin tiempo en televisión. Ha sido noticia durante semanas desde que un furioso candidato que quedó en quinto lugar lo golpeó con una silla durante un debate televisado.
Las encuestas muestran que los candidatos vinculados a Lula enfrentan problemas debido a que la popularidad del presidente ha caído en su tercer mandato no consecutivo.
"Mientras exista la democracia, existirá el derecho del pueblo a elegir, para bien o para mal", dijo Lula tras emitir su voto el domingo. "Lo que no podemos permitir es que la gente vote desinformada".
Ha evitado en gran medida participar en la campaña electoral de los candidatos a la alcaldía, aunque su éxito aumentaría sus posibilidades en 2026, cuando se espera que se presente a la reelección.
A la derecha, a los candidatos asociados con el expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro les ha ido mejor, pese a que se le prohibió postularse a un cargo electivo hasta 2030 por sus ataques infundados al sistema electoral de Brasil.
"Las visiones anti-establishment de la derecha se han convertido en tendencia", afirma el experto en riesgo político Creomar de Souza. El Partido de los Trabajadores de Lula corre el riesgo de no ganar ninguna capital estatal, observó André Cesar, analista de Hold Legislative Advisors.
Ambos analistas dijeron que Lula probablemente mantuvo su campaña al mínimo para evitar ser asociado con candidatos perdedores. Bolsonaro también se mantuvo alejado de la campaña de Sao Paulo, lo que complicó sus alianzas. Respaldó oficialmente a Nunes para la reelección, pero evitó grabar un video para su campaña.
Pareció distanciarse de Nunes mientras que el antiestablishment Marçal pasó de ser un candidato poco conocido a estar a un paso de la segunda vuelta. El domingo, Bolsonaro dijo que apoyaría a cualquiera que se enfrentara a Boulos en una posible segunda vuelta.
La votación comenzó a las 8:00 horas (11:00 GMT) y finalizó a las 17:00 horas (20:00 GMT). Para ganar en primera vuelta, los candidatos a alcaldes de ciudades con 200.000 electores o más necesitan obtener más del 50% de los votos válidos.
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