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Natalidad de Canadá
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La natalidad en Canadá llegó a 1,2 hijos, el Gobierno ahora estudia los efectos del nivel más bajo en su historia, incluso hay lugares de menos de un millón de habitantes
*Colaboración especial*
Por segundo año consecutivo la tasa de fertilidad en Canadá rompió récords a la baja, llegando en el 2023 al indicador más bajo de su historia:1,26 niños por mujer. En provincias como British Columbia, la tercera más importante del país, la situación es más diciente, y la tasa de fertilidad es de un niño por cada mujer, la más menor en todo el país.
Si bien el número de nacimientos se mantuvo estable en comparación con 2022, en alrededor de 350.000, el departamento de estadística de este país asegura que la menor tasa de fertilidad se debe al aumento en el número de mujeres en edad fértil para 2023 y al estancamiento de la natalidad.
“Canadá se ha unido ahora al grupo de países con la fertilidad más baja, incluidos Corea del Sur, España, Italia y Japón, con 1,3 hijos por mujer o menos. En comparación, la tasa total de fertilidad de Estados Unidos fue de 1,62 por mujer en 2023”, explicó Estadísticas Canadá.
Los datos también revelaron un aumento importante de los partos prematuros, los cuales hoy representan 8,3%.
El indicador más alto de los últimos 50 años. Dicha tendencia estaría conectada con la menor natalidad, pues por diversos factores, especialmente por el alto costo de vida, que ha hecho que en Canadá se esté acuñando el término ‘infertilidad económica’, las familias están reduciendo el número de hijos y postergando su llegada.
“El aumento en la tasa de nacimientos prematuros podría deberse al creciente número de mujeres mayores que dan a luz, ya que el riesgo de un parto prematuro sube a medida que aumenta la edad de la madre”, concluyó el departamento de estadística.
Según los datos oficiales, en 2023, 26,5% de las nuevas madres tenían 35 años o más, en comparación con 10,7% registrado en 1993. La edad promedio de maternidad hoy es de 31,7 años.
“Hay un impacto económico importante tras lo sucedido en los últimos años con la pandemia, nuestras tasas de inflación y la crisis de la vivienda, por lo que no sorprende que los jóvenes estén retrasando la paternidad o potencialmente ni siquiera puedan tener hijos”, explicó Renée Hall, analista y profesora clínica asociada de la Universidad de B.C. y directora médica del Willow Reproductive Center.
La postergación de la maternidad hasta los 40 años o más, ha llevado a que también al incremento de tratamientos médicos con ese fin. Lo que revela que el aplazamiento es en buena parte programado, esperando que las condiciones financieras de las personas, así como su formación y posicionamiento laboral, estén consolidados.
“Estamos notando que cada vez más personas vienen a congelar óvulos, lo que indica que hay un deseo de que la gente tenga hijos, pero no en este momento. Creo que la gente quiere preservar su fertilidad con la esperanza de que tal vez algún día en el futuro su situación sea mejor”, dijo Beth Taylor, cofundadora del Olive Fertility Center.
La situación más desafiante para las familias canadienses, en especial para las parejas jóvenes que comienzan un hogar, es tener su propia casa. Tan sólo entre 2015 y 2024, el precio promedio de la vivienda se duplicó, ubicándose en un valor de US$500.000. Sin embargo, en ciudades como Toronto y Vancouver, esta última la principal ciudad de la provincia con menor tasa de natalidad, se ubican por encima del US$1 millón.
Esto teniendo en cuenta que el ingreso promedio en el país es cercano a poco más de los US$56.000 al año.
Tradicionalmente Canadá ha apalancado el crecimiento de su población a partir de la migración, explicando esta más de 90% de las personas agregadas cada año. Sin embargo, la presión inflacionaria y de demanda de servicios básicos que esta supone, ha venido teniendo un efecto en la economía que comenzó a ser revisado por el gobierno, el cual a lo largo de este año ha tomado una serie de medidas encaminadas a reducir el número de residentes temporales, estudiantes y trabajadores.
“Creo que la nueva realidad es que la gente quiere preservar su fertilidad con la esperanza de que tal vez algún día en el futuro su situación sea mejor”.
“Hay un impacto económico importante tras lo sucedido en los últimos años con la pandemia, no sorprende que los jóvenes retrasen la paternidad”.
De ahí que la baja en la tasa de fertilidad sea ahora un nuevo reto para la administración federal, en combinación con su nueva política de atracción de talento sean ahora nuevos retos para la administración federal de cara a las elecciones de otoño del próximo año, en las que se definirá la continuidad o no del primer ministro Justin Trudeau, en medio de un creciente apoyo al líder de oposición y máximo dirigente del Partido Conservador, Pierre Poilievre.
Todo esto en medio de un escenario en el que a diferencia de lo que ocurría en otros años, la política migratoria será un tema fundamental, toda vez que por primera vez las encuestas reflejan un menor apoyo de los canadienses al ingreso de más personas al país del norte.
Lo anterior, en razón de la presión que viene sufriendo el costo de vida y en las dificultades que afronta Canadá para proveer servicios esenciales a toda su población, destacándose entre ellos, el de la salud. Pues ante la escasez de profesionales, en Ontario, principal provincia del país, 2.5 millones de personas no cuentan con un médico de familia. Algo que sigue pendiente de revisión entre las autoridades del país.
La población de la capital de Manitoba, Winnipeg, crecerá solo un 1% en 2025, como consecuencia de la decisión del gobierno federal de reducir los objetivos de inmigración, un cambio de política destinado a reducir la presión sobre la vivienda en ciudades más pobladas, como Toronto y Vancouver.
La provincia, por su inclemente clima, es una de las menos atractivas para los migrantes, sin embargo, dado los beneficios que ofrece frente a otras, como Ontario, Quebec y Bristish Columbia, venía teniendo un crecimiento importante en su población.
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