Joe Biden planea salvar una campaña que muchos aliados creen que ya esta terminó

ARTÍCULO RELACIONADO

Joe Biden enfrenta más presiones para que abandone su candidatura a la Casa Blanca

El presidente Joe Biden se reunirá este fin de semana con sus principales asesores políticos mientras planea regresar a la campaña electoral, y un último esfuerzo para salvar su intento de reelección, a pesar de una avalancha de ansiosas súplicas de sus compañeros demócratas para que se haga a un lado.

Los pedidos de los demócratas vulnerables de la Cámara de Representantes y el Senado para que Biden abandone la carrera solo se han intensificado, ya que el presidente ha estado en cuarentena en su casa de la playa de Delaware después de que dio positivo por coronavirus el miércoles. El viernes, el senador Sherrod Brown de Ohio, un aliado de larga data, se unió a un coro de casi tres docenas de legisladores demócratas que instan a Biden a suspender su campaña.

Los más allegados al presidente dicen que su determinación se ha endurecido en los últimos días, pese a las súplicas de algunas de las figuras más importantes de su partido. Sin embargo, eso no sirvió para acallar los rumores en Washington sobre un anuncio el fin de semana y las sugerencias, incluso de aliados de Biden desde hace mucho tiempo, de que su campaña de reelección había entrado en una espiral de muerte.

En medio de predicciones de que el fin estaba cerca, el propio Biden emitió un comunicado en el que se comprometía a volver a la campaña electoral la semana próxima. La vicepresidenta Kamala Harris dijo a los principales donantes demócratas que el presidente conservaba un camino hacia la victoria. Y la directora de campaña, Jennifer O'Malley Dillon, en una rara entrevista televisiva, dijo que Biden estaba "más comprometido que nunca".

En la Casa Blanca, los asesores se preparaban para una cumbre de alto nivel con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quien planeaba reunirse con el presidente a principios de la semana antes de pronunciar un discurso en una sesión conjunta del Congreso. En Rehoboth Beach, Biden se reunió virtualmente con su jefe de gabinete y asesores de seguridad nacional para hablar sobre la situación de seguridad en Israel, así como sobre el fallo de CrowdStrike que paralizó los viajes y los sistemas informáticos críticos en todo el país.

Sin embargo, sobre los esfuerzos de Biden por proyectar una sensación de normalidad sigue pendiente la pregunta de si el presidente realmente cree que puede sostener el esfuerzo sin precedentes e incansable de sus compañeros demócratas para desbancarlo de la cima de la fórmula de 2024.

Su cumplimiento diligente de sus tareas presidenciales ha hecho poco para calmar las preocupaciones entre los demócratas sobre la idoneidad del presidente de 81 años para cumplir otro mandato de cuatro años, y el temor de que pueda ser derrotado por Donald Trump antes de que ese mandato pueda siquiera comenzar.

Además de Brown, destacados legisladores, entre ellos el representante Adam Schiff de California (ex presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes) y el senador Jon Tester de Montana, cuya reelección es crucial para las esperanzas demócratas de retener la cámara alta, se unieron a los pedidos de que Biden se haga a un lado.

Varios informes de prensa sugieren que los líderes demócratas del Congreso, incluida la ex presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi, el líder de la mayoría del Senado Chuck Schumer y el líder de la minoría de la Cámara de Representantes Hakeem Jeffries, han advertido a Biden sobre las ramificaciones de su candidatura en las elecciones de menor rango y lo han presionado para que considere retirarse.

En total, los disidentes representan a más de uno de cada 10 demócratas en el Congreso, donde el partido de Biden controla 213 escaños en la Cámara de Representantes y 51 en el Senado.

La preocupación de los legisladores se debe en parte a una preocupación mayor: que los republicanos puedan arrasar en las elecciones del 5 de noviembre si toman las riendas de la Casa Blanca y el mazo en ambas cámaras del Congreso. Una derrota de ese tipo podría limitar la capacidad de los demócratas para obstaculizar las amplias propuestas conservadoras que ha presentado Trump.

Pero Biden insistió en una declaración el viernes en que todavía creía que era el mejor baluarte hacia ese resultado.

"Espero volver a la campaña electoral la semana que viene para seguir exponiendo la amenaza de la agenda del Proyecto 2025 de Donald Trump y al mismo tiempo defender mi propio historial y la visión que tengo para Estados Unidos", dijo en la declaración del viernes, refiriéndose a una amplia gama de propuestas políticas desarrolladas por sectores conservadores de Washington.

Su campaña también continuó anunciando importantes eventos de recaudación de fondos para las próximas semanas, incluido un evento a finales de este mes en Martha's Vineyard encabezado por el comediante David Letterman.

Biden sabe que “hay mucho en juego en estas elecciones”, dijo el portavoz Kevin Munoz en un comunicado, y agregó que “faltan muchos días hasta el día de las elecciones”.

La división entre los demócratas es un marcado contraste con las escenas que se desarrollaron durante la Convención Nacional Republicana en Milwaukee, donde antiguos rivales del partido se unieron en torno a Trump, quien aceptó la nominación formal republicana para presidente.

Se espera que el expresidente celebre su primer mitin desde el intento de asesinato del fin de semana pasado el sábado por la noche en el estado disputado de Michigan, junto con su nuevo compañero de fórmula, JD Vance. Trump también está planeando eventos en Carolina del Norte y en una conferencia sobre Bitcoin en Tennessee durante la próxima semana, mientras que el senador de Ohio está planeando mítines en su estado natal, así como en Virginia.