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Slim quiere entrar en el yacimiento Zama que producirá entre 150.000 y 180.000 barriles diarios para 2029
El multimillonario Carlos Slim realiza una de sus mayores inversiones petroleras tras acordar la compra de una participación minoritaria en un productor local que permite a su Grupo Carso SAB entrar en el yacimiento de Zama, uno de los proyectos energéticos más prometedores de México.
El Grupo Carso adquiere una participación minoritaria de 49,9% en la unidad local de Talos Energy Inc, con sede en Houston, por 125 millones de dólares. La operación otorga a Carso una participación de 17,4% en Zama, y el precio implica una valoración mínima de unos 250 millones de dólares por la participación en el yacimiento petrolífero. Talos conservará el control de la unidad local mediante una participación de 50,1%. La transacción está pendiente de la aprobación del regulador local.
Slim, la persona más rica de América Latina con una fortuna estimada en 90.000 millones de dólares, está ampliando sus apuestas energéticas en México en un momento en que el presidente Andrés Manuel López Obrador ha dado marcha atrás en parte de la apertura de la industria por parte de la administración anterior, ya que insiste en que el gobierno mantenga el control de activos clave a través de Petróleos Mexicanos y la empresa de servicios públicos CFE.
El vasto imperio de Slim se construyó sobre la empresa de telecomunicaciones América Móvil SAB, mientras que el Grupo Carso también tiene intereses minoristas, de construcción, manufactureros e inmobiliarios. El grupo tiene operaciones de exploración, perforación petrolífera y servicios a través de Carso Energy en México y Colombia, y contratos de exploración en México. La empresa también opera varios gasoductos de gas natural en el norte de México y Texas.
Anteriormente, Talos había discutido con Pemex, como se conoce a la empresa estatal de energía, sobre el desarrollo de Zama, después de que las autoridades dijeran que Pemex lo explotaría tras el descubrimiento de que vertía en un yacimiento propiedad del gigante petrolero estatal. Las empresas ultimaron en marzo un plan para explotar el yacimiento mediante una asociación.
La desinversión de Talos se produce en un momento en que las empresas se enfrentan a una creciente incertidumbre después de una serie de medidas empresariales poco amistosas de López Obrador, incluida la expropiación de una línea ferroviaria que llevó a Grupo México SAB a dar marcha atrás en un plan para comprar la unidad local de Citigroup Inc. El fondo Inbursa de Slim posee una participación de 17% en la unidad de transporte de Grupo México que operaba la línea ferroviaria.
"Celebramos el anuncio de ayer, también porque es una empresa mexicana la que va a formar parte de la sociedad", dijo López Obrador el viernes durante su conferencia de prensa diaria. "La participación del Grupo Carso es importante porque son dueños de plataformas petroleras, así que no va a tardar mucho. Es una buena noticia".
La expectativa es que Zama comience a producir petróleo en 2025 y que produzca entre 150.000 y 180.000 barriles diarios en 2029, dijo el presidente.
La unidad de perforación de Slim realiza trabajos para Pemex, mientras que sus unidades de construcción participan en el proyecto de la refinería de Dos Bocas, así como en el proyecto del Tren Maya de López Obrador en la península de Yucatán.
Las acciones del Grupo Carso, que tiene un valor de mercado de unos 234.500 millones de pesos (13.300 millones de dólares), subían 2,6% a las 8.40 hora local. Las acciones de Talos cayeron 0,5% en Nueva York.
El mandato de seis años de López Obrador termina a finales del próximo año.
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