MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
El avance de Tesla Inc. y sus rivales podría verse potenciado por los servicios complementarios de Uber Technologies Inc.
Han pasado 10 años desde que Apple Inc. desencadenó una ola de innovación que cambió totalmente el mercado de los teléfonos móviles. Los coches eléctricos, con una pequeña ayuda de los viajes en coches privados y la tecnología de conducción autónoma, podrían tener el mismo efecto sobre las grandes petroleras.
El avance de Tesla Inc. y sus rivales podría verse potenciado por los servicios complementarios de Uber Technologies Inc. y la unidad Waymo de Alphabet Inc., del mismo modo en que el iPhone tomó la economía de las aplicaciones e internet de alta velocidad en móviles para diezmar a gigantes de la telefonía móvil como Nokia Oyj.
La culminación de estas tecnologías podría transformar la manera de viajar y contradecir las predicciones de que los vehículos propulsados a batería tendrán un impacto limitado en la demanda de petróleo en las décadas venideras.
“Los autos eléctricos por sí solos quizá no representen demasiado”, dijo en una entrevista David Eyton, responsable de tecnología en el gigante petrolero BP Plc. “Pero si sumamos los autos y el transporte compartido, las cifras pueden crecer considerablemente”.
La mayoría de los analistas considera el abandono del petróleo en el transporte como un proceso incremental guiado por mejoras lentas en el costo y la capacidad de las baterías y un ajuste progresivo de las normas relativas a emisiones. No obstante, los grandes cambios económicos rara vez son directos, dijo Tim Harford, economista que está detrás de un libro y una serie radiofónica de la BBC sobre innovaciones históricas que afectaron la economía.
Nestlé cotiza ahora con un descuento de alrededor de 25% respecto de su valoración media de la última década
Según estimaciones del sector, los fabricantes europeos de autos podrían enfrentarse a sanciones por US$15.620 millones
El banco central ha intervenido casi todos los días durante la última semana, vendiendo US$8.000 millones en subastas