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De acuerdo con un alto funcionario de EE.UU., se podría llegar a un acuerdo si los materiales de la construcción del muro se cambian.
La Casa Blanca mostró el domingo señales de compromiso al afirmar que las conversaciones para reabrir el gobierno federal podrían llegar a un acuerdo en el que el presidente, Donald Trump, ceda en su exigencia de que un propuesto muro en la frontera con México sea de concreto.
La posible concesión, que se conoce días después de que Trump lanzó la idea de una valla de acero en lugar de un muro de concreto, se produce incluso cuando un funcionario de alto rango advirtió que el cierre del gobierno, que se inició el 22 de diciembre, podría "prolongarse por mucho más tiempo".
Trump, hablando el domingo con periodistas en la Casa Blanca, reiteró su amenaza de que si no está satisfecho con las negociaciones en unos pocos días, podría declarar emergencia nacional y utilizar al Ejército para la construcción del muro, eludiendo al Congreso. También afirmó que estaba dispuesto a aceptar una barrera de acero en lugar de un muro de concreto.
El jefe de gabinete interino de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, dijo el domingo en una entrevista con el programa "Meet the Press" de NBC que acordar una separación de acero permitiría a los demócratas mantener su rechazo a financiar un muro.
"Eso debería ayudarnos a avanzar en la dirección correcta", afirmó el funcionario, que también es jefe de la Oficina de Administración y Presupuesto.
Los demócratas han dicho que podrían aceptar un acuerdo que impidiera un muro de concreto pero que entregara fondos para una barrera de acero. Pero también exigirían otras concesiones, como protección para inmigrantes llevados a Estados Unidos cuando eran niños, conocidos como "Dreamers", o cambios en otras disposiciones de gastos.
Mulvaney dijo que las negociaciones entre su equipo y legisladores demócratas se vieron empantanadas en requerimientos técnicos tras reunirse el sábado por la mañana.
"Creo que esto va a prolongarse por mucho más tiempo", agregó Mulvaney.
Varias partes del gobierno federal cerraron el 22 de diciembre después de que legisladores y el presidente chocaron por la exigencia de Trump de construir un muro en la frontera con México. Unos 800.000 trabajadores fiscales están con permisos o trabajando sin paga.
El mandatario pide que cualquier financiamiento para mantener las operaciones del gobierno incluyan US$5.600 millones para comenzar con la construcción del muro, que tiene un costo de US$23.000 millones.
Trump afirmó el domingo que no debería reducir su exigencia de US$5.600 millones en el financiamiento de la seguridad fronteriza.
Mulvaney aseguró en el programa "State of the Union" de CNN transmitido el domingo que la última ronda de negociaciones sostenida el sábado fue "decepcionante".
"Pedimos US$5.600 millones. Nos ofrecen cero", dijo el funcionario.
Los demócratas, que tomaron el control de la Cámara de Representantes esta semana, aprobaron una legislación para reabrir al gobierno sin entregar fondos adicionales para el muro y han insistido en que dicha reapertura no debería depender de financiamiento para la construcción de la barrera.
"Necesitamos abrir el gobierno y luego negociar. No al revés", afirmó el líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, en el programa "Meet the Press".
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