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El plan anunciado sorpresivamente por la administración Boric, que movería US$ 3.000 millones, fue duramente criticado por las AFP
La presentación del proyecto de “quinto retiro acotado” que el gobierno de Chile presentó sorpresivamente el martes en la mañana, tensionó aún más el debate del nuevo giro desde las AFP que la Comisión de Constitución de la Cámara comenzó a discutir el lunes, dividiendo los votos del oficialismo, lo que mantuvo hasta última hora la expectación acerca del resultado de la votación. Sin embargo, el gobierno finalmente logró que parte de sus sector se cuadrara con el rechazo.
Si bien la votación fue de cinco a favor, cuatro en contra y una abstención, al no alcanzar el quórum requerido irá con informe negativo a la Sala.
Mientras la Comisión de Constitución comenzaba la sesión de este martes en que se debía votar en general la moción de quinto retiro, en la Sala contigua la Comisión de Trabajo discutía la propuesta del gobierno.
Posibles efectos
Antes de votar, tal como se había acordado el lunes, se escucharon las intervenciones de una serie de invitados. Entre ellos, expusieron los representantes de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), que hicieron ver que el proyecto de quinto retiro generaría efectos directos e indirectos; entre los primeros destacaron el deterioro en solvencia de las Compañías de Seguros de Vida pone en riesgo de pago a todos los seguros ya contratados con las compañías afectadas, que la aprobación del proyecto expone al Estado de Chile a nuevas demandas internas y externas, y que dado que las Rentas Vitalicias tienen garantía estatal, si esta se activa por la quiebra de una compañía se genera un impacto fiscal.
Entre los impactos indirectos destacaron el aumento de incertidumbre jurídica y un efecto importante en los mercados financieros. Una simulación de la CMF da cuenta de que con un segundo anticipo de rentas vitalicias cuatro compañías de seguros de vida (de un total de 15 que venden rentas vitalicias) quedarían en incumplimiento de los ratios legales de solvencia.
Por su parte, la exposición de la Superintendencia de Pensiones planteó que con un nuevo retiro, el total girado podría llegar a más de US$ 68.000 millones, lo que representa 32% del ahorro de las personas para sus pensiones futuras. Esto es equivalente a retroceder siete años de cotizaciones en promedio.
El ente regulador también advirtió que si se aprobara el quinto retiro “se generaría una enorme presión sobre el Estado para financiar las pensiones actuales y futuras de las personas que se quedarían sin saldo y aquellas que retiran un porcentaje significativo de sus ahorros para pensión”.
Avalancha de retiros
Minutos antes de la votación y tras defender el proyecto del gobierno en la Comisión de Trabajo, los ministros de Hacienda, Mario Marcel, y de la Segpres, Giorgio Jackson, llegaron a la Comisión de Constitución. En la oportunidad, el titular de la Segpres se hizo cargo de la inquietud de la oposición respecto a la posibilidad de expropiación de los recursos de los trabajadores en las AFP, comprometiendo la presentación “de una reforma constitucional que explicite pase lo que pase los ahorros de los cotizantes son inexpropiables”.
Aunque sus palabras fueron bien recibidas, algunos diputados de oposición plantearon que aun cuando el gobierno cumpliera con esa reforma constitucional, esta duraría sólo mientras lo hiciera la actual Carta Fundamental, por lo que pidieron a Jackson que el gobierno intervenga en el trabajo de la Convención Constitucional, algo que el ministro descartó aludiendo a la autonomía del organismo.
Sexto retiro
En todo caso, previendo que el proyecto de quinto retiro fuera rechazado, diputados de oficialismo y oposición anunciaron la presentación de sendos proyectos de sexto retiro. La táctica es ingresarlos antes de que el nuevo giro sea votado y posiblemente también rechazado en la Sala durante la jornada de este miércoles –ello debido a que el gobierno le puso discusión inmediata al quinto retiro–, para que de producirse este escenario queden inhabilitados de presentar nuevamente un proyecto con esta línea matriz al menos durante un año.
Uno de los votos clave en contra fue justamente el de la presidenta de la comisión, la diputada comunista Karol Cariola, quien aunque en ocasiones anteriores defendió los retiros y esta vez llamó a no “demonizarlos”, rechazó este quinto giró, argumentando que lo hacía, porque “nuestro gobierno nos escuchó”.
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