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La crisis en Ucrania, la desaceleración económica y la inflación mundial están en la mira de las calificadoras de riesgo en la región
Hace poco más de una semana, la agencia Fitch Ratings mantuvo la calificación de incumplimiento de Colombia en BB+ con perspectiva estable debido al historial de solidez macroeconómico y financiero del país.
Sin embargo, la agencia recalcó el gran déficit fiscal generado en el país por el gasto social causado por la pandemia de covid-19. Asegura que este factor estaba restringiendo la calificación del país.
“Es un reflejo de la buena recuperación de la economía y las mejoras en las cuentas fiscales, lo cual es claramente positiva. Pero hay muchos desafíos todavía para enfrentar”, explica Theodore Kahn, analista senior de Control Risks, sobre la nota de Colombia.
“Es una señal positiva en el sentido que refleja una mejora en indicadores como el déficit fiscal y niveles de deuda, así como el fuerte ritmo de crecimiento a lo largo del último año y medio. Pero no quita la incertidumbre de las elecciones y lo que puede pasar en el próximo gobierno. Esto va a ser un factor clave para las agencias crediticias en sus decisiones a futuro”, agregó el experto.
Al igual que Colombia, hay otros países que han venido perdiendo el grado de inversión en medio de la incertidumbre económica mundial como consecuencia de la pandemia y agravado por la crisis en Ucrania, la inflación global y la desaceleración económica a medida que los bancos centrales endurecen su política monetaria.
De acuerdo con proyecciones del Banco Mundial, América Latina sería la región más afectada por la guerra entre Rusia y Ucrania, después de, por supuesto, Europa y Asia Central, donde se desarrolla la crisis.
Según explica el organismo multilateral, el conflicto bélico en Europa del Este está teniendo efectos considerables en la región a través del alza de precios de los productos básicos y el debilitamiento del crecimiento mundial.
En ese sentido, Venezuela, Argentina, Ecuador, Bolivia, Colombia, Brasil y Paraguay, han sido los países con peores puntajes ante las firmas calificadoras, mientras que México, Chile y Perú han podido destacarse entre las economías de la región.
Al analizar los puntajes, Chile tiene el segundo grado más alto de las tres calificadoras más importantes del mundo: Moody’s, Standard & Poors y Fitch Ratings, con notas de A1, A y A-, respectivamente. Eso quiere decir que la economía chilena tiene categoría de inversión con grado medio superior, solo un rango por debajo del grado superior, reservado para las principales potencias del mundo como EE.UU. o el Reino Unido.
Perú también tiene notas destacadas con categoría de inversión. Aunque está en el grado medio inferior, se mantiene a distancia de los rangos especulativos, como sucede con la mayoría de notas latinas.
En contraste, el país con peores calificaciones en el bloque sur del continente es Venezuela, en la que t han otorgado una nota de impago o de altamente especulativa. Actualmente, el país no está recomendado para invertir ni para obtener crédito público debido a los altos niveles de riesgos generados por la crisis política y social.
Argentina, por su lado, es otros de los casos más bajos en la región. Luego de ser uno de los países más prósperos, ahora es uno de los que presenta el mayor endeudamiento.
Calificaciones de Rusia y Ucrania, degradadas por el conflicto bélico
Las calificadoras S&P Ratings y Fitch rebajaron en conjunto la nota de la deuda soberana de Ucrania tras su invasión por Rusia, mientras que Moody’s advirtió a ambos países que podría degradar su calificación, dando todas cuenta de riesgos de impago. Por el lado de Rusia, Standard & Poor’s también rebajó su nota soberana a grado de “basura” o extremadamente especulativa, mientras que Moody’s la puso en revisión para llevarla también a “bonos basura”. Los mercados financieros se han visto afectados desde que inició el ataque ruso a territorio ucraniano, afectando también a toda la economía mundial.
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