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Los grandes fabricantes mundiales de vehículos se han impuesto ambiciosos objetivos en su transformación hacia la movilidad eléctrica
Grupos como BYD, MG o Chery analizan el exceso de capacidad de producción de coches de VW, Stellantis o Ford para fabricar 'made in Europe' más rápido.
Las previsiones de la automoción no se están cumpliendo.Los grandes fabricantes mundiales de vehículos (dejando a un lado los chinos) se han impuesto ambiciosos objetivos en su transformación hacia la movilidad eléctrica, con inversiones comprometidas de 225.000 millones de euros (US$249.360 millones)
Muchos grupos tenían en sus planes vender solo eléctricos ya desde mediados de esta década o en 2030, pero el lento despegue del mercado del coche eléctrico ha provocado que algunas compañías hayan reculado y hayan pospuesto sus ambiciones.
Al lento arranque de la movilidad eléctrica hay que sumar una época de incertidumbre que ha frenado las ventas de coches, por lo que el automóvil aún sigue lejos de las cifras precovid. Los fabricantes de coches están ahora en una situación crítica, puesto que tienen gran capacidad en Europa de fabricar coches eléctricos, que no se venden, y de combustión, que están frenando sus datos comerciales.
Desde China miran estos problemas con interés y buscan oportunidades de negocio. Los aranceles propuestos por la Comisión Europea a la importación de coches eléctricos chinos es el principal motivo, pero también es una forma de acortar los plazos de entrega. "Si quieres estar en Europa y posicionarte como empresa europea, hay que invertir. Aunque la mano de obra sea más cara, tenemos que fabricar en Europa", admite la vicepresidenta ejecutiva de BYD, Stella Li.
Los gigantes chinos del automóvil barajan construir fábricas desde cero en Europa, pero la fuerte inversión necesaria y los largos plazos necesarios para empezar a producir han hecho que muchos grupos quieran aprovechar capacidades infrautilizadas.
Ignacio Crespo, socio de Consultoría de Kpmg, explica a este diario que han aumentado los anuncios de inversiones de grupos chinos, aunque señala que estas inversiones son "más selectivas y vinculadas al desarrollo de redes comerciales y de distribución que a la fabricación".
Sin embargo, resalta que los planes de reestructuración de los fabricantes europeos "generarán ventanas de oportunidad para desplegar operaciones de inversión en fábricas y para la creación de joint ventures conjuntas".
Antes de conocerse los aranceles, BYD fue el primer grupo chino en anunciar una planta en Europa, que actualmente se está construyendo desde cero en Hungría.
Sin embargo, otros grupos como Chery o MG se decantan por alcanzar acuerdos para aprovechar instalaciones productivas ya operativas, pero que tengan espacio para mayor capacidad. El caso más reciente es el de Chery, que, con su socio Ebro, producirá sus modelos Omoda y Jaecoo en Barcelona. MG, por su parte, tiene en mente instalar una fábrica desde cero, pero los nuevos aranceles a la importación desde China han hecho que valore opciones más rápidas como una asociación.
La firma del grupo SAICMotor ha preguntado a varios fabricantes con plantas en Europa por la posibilidad de usar sus instalaciones para producir modelos made in Europe de MG. España está en el punto de mira del grupo, tanto para la nueva planta como para fabricar a través de terceros. De hecho, varias fuentes de mercado confirman que ha contactado con Ford para utilizar su planta de Almussafes (Valencia), que hasta la llegada del nuevo híbrido, que se lanzará en 2027, solo fabrica el Kuga. Ford ni ha escuchado la propuesta.
Las dificultades por las que pasan varios fabricantes pueden ser aprovechadas por los grupos chinos. Volkswagen avisó hace unos días que no cumpliría con sus objetivos de rentabilidad y reducción de costes para 2026 y, además, alertó de que podría cerrar fábricas en Alemania.
Volvo también ha rebajado sus expectativas de electrificación. La firma preveía vender solo eléctricos en 2030, pero el penoso avance de las ventas le ha hecho reajustar sus metas, de forma que en 2030 ahora prevé que entre 90% y 100% de sus entregas sea de modelos electrificados (incluyendo híbridos enchufables y eléctricos).
Toyota ha sido otra de las firmas que han reajustado sus planes de electrificación, ya que planea fabricar un millón de eléctricos hasta 2026, una cifra que es 500.000 unidades inferior a su objetivo inicial. Además, otros grupos como Ford, General Motors o Stellantis han retrasado el lanzamiento de algunos proyectos de modelos eléctricos hasta que el mercado remonte.
Los grandes grupos chinos están en plena ofensiva comercial en Europa, para lo que han apostado por ahora por la fórmula de la importación, pero los aranceles y la necesidad de mayor capacidad hacen que necesiten contar con capacidad productiva en el continente europeo.
Es previsible que en los próximos meses se produzcan anuncios en esta línea. Lo más normal es que sean en forma de acuerdos con fabricantes que cuenten ya con capacidad en Europa para utilizar sus instalaciones, aunque también se harán nuevas fábricas desde cero. Es poco probable, sin embargo, que estos acuerdos se cierren en Alemania, tanto por temas de imagen de la industria y el gobierno alemanes, como por los altos costes laborales y de producción del país.
MG es el que está más cerca de hacer un anuncio. La compañía tiene prisa por fabricar en Europa y su intención es comunicar en las próximas semanas su decisión. La reciente visita de Pedro Sánchez a China puede haber sido la llave para que España se lleve la primera planta de la compañía en Europa
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