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El Gobierno había anunciado exenciones fiscales por 1,8 billones de yuanes frente a la cifra de 4,2 billones de yuanes del año pasado
China está estudiando nuevos incentivos fiscales para las empresas manufactureras de gama alta, según una persona familiarizada con el asunto, en un momento en que Beijing trata de reforzar la economía y fomentar una mayor innovación tecnológica para contrarrestar la competencia estadounidense.
La política fiscal que se está considerando podría ahorrar a los fabricantes avanzados cientos de miles de millones de yuanes, dijo la persona, que pidió no ser identificada porque la información no es pública. El plan aún está sujeto a aprobación y podría sufrir cambios, dijo la persona.
El repunte económico de China tras la crisis de los cohetes está perdiendo impulso, y los últimos datos muestran un debilitamiento generalizado de las exportaciones y la inversión, un estancamiento de la recuperación del mercado inmobiliario y una subida récord del desempleo juvenil. Las acciones chinas se han desplomado, el yuan ha superado los 7 por dólar y los precios de materias primas clave como el cobre y el mineral de hierro se han desplomado a medida que los inversores reevalúan las perspectivas de la segunda mayor economía del mundo.
El Presidente Xi Jinping citó un "sistema industrial moderno" como una de las principales prioridades económicas de China en una reunión de alto nivel a principios de este mes, lo que generó expectativas de que Beijing pusiera en marcha medidas como subvenciones para los fabricantes. En una reunión del Consejo de Estado celebrada en mayo también se debatió el apoyo a las empresas de fabricación avanzada de China, que abarcan una amplia gama de industrias, desde nuevos materiales, chips e inteligencia artificial hasta biofarmacéutica.
El Ministerio de Finanzas no respondió inmediatamente a las preguntas enviadas por fax en busca de información.
Beijing se encuentra bajo presión para aumentar el estímulo monetario y fiscal, aunque con un objetivo de crecimiento relativamente modesto de alrededor del 5% este año, la mayoría de los analistas no esperan que los responsables políticos abran las compuertas. En su lugar, es posible que opten por medidas más específicas, como incentivos fiscales, para estimular la confianza empresarial.
El Gobierno ya había anunciado exenciones fiscales este año por valor de 1,8 billones de yuanes (US$ 255.000 millones), frente a la cifra récord de 4,2 billones de yuanes del año pasado, a medida que la economía se recupera gradualmente. La decisión de aumentar ahora los incentivos fiscales sugiere que las autoridades están cada vez más preocupadas por las perspectivas.
Las exenciones fiscales previstas para los fabricantes de gama alta también son una prueba más de que Beijing está priorizando el apoyo a un sector clave para la seguridad de la cadena de suministro, especialmente en el sector de los semiconductores, a medida que se intensifican las tensiones con EE.UU. y sus aliados.
El año pasado, el Banco Popular de China concedió más de 200.000 millones de yuanes en préstamos a bancos comerciales para fomentar la concesión de préstamos baratos a fabricantes y otros sectores.
A pesar del apoyo del gobierno, los fabricantes han visto mermados sus ingresos y beneficios debido a la caída de la demanda. La actividad de las fábricas se contrajo en abril por primera vez en cuatro meses, mientras que los datos de este fin de semana mostraban que los beneficios manufactureros se desplomaron un 27% en los cuatro primeros meses del año con respecto al mismo periodo de 2022.
Sin embargo, la capacidad del Gobierno para aplicar estímulos fiscales a gran escala es limitada. Los ingresos por venta de terrenos, una fuente clave de ingresos para los gobiernos locales, se han desplomado debido a la caída del mercado inmobiliario, mientras que los riesgos de endeudamiento han aumentado.
Los ingresos fiscales de China se debilitaron 13,8% del producto interior bruto en 2022 desde el 17% en 2018, después de que el gobierno realizara agresivos recortes de impuestos en años anteriores para impulsar la economía. El ministro de Finanzas, Liu Kun, ha advertido de "conflictos pendientes" entre ingresos y gastos este año.
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