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Powell dio indicios de que el ‘tapering’ podría iniciar este año, sin embargo, se mostró cauto ante el alza de tasas, por considerar que la inflación es transitoria
Los mercados financieros del mundo, los economistas y empresarios estaban a la expectativa de las declaraciones de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, quien en el simposio de política anual de Jackson Hole, el día de ayer, dio varias declaraciones respecto a la reducción de la compra de bonos, el aumento de las tasas de interés y el posible escenario inflacionario en Estados Unidos.
Powell aseguró en sus declaraciones que el Banco Central se vería motivado a desacelerar sus compras de bonos este año, pese a ello no dio un mes específico del año en el que comenzaría la reducción, y manifestó que no hay prisa por incrementar las tasas de interés pues, según él, la economía norteamericana superó el progreso sustancial adicional frente al objetivo inflacionario trazado por la Fed.
Jorge Saza, analista económico, aseguró que los mercados están tranquilos tras el aporte de bonos, pues ya les dieron una dosis de liquidez importante y mantienen el costo del dinero en niveles muy bajos, por lo que las entidades financieras ya saben que pueden acceder a los recursos de la Reserva Federal a un costo mínimo, siendo el más bajo en los últimos 60 o 70 años.
“Los puntos más importantes que tendrán en cuenta para decidir cuándo se retirarán los bonos serán cuál va a ser el desarrollo de la economía, cuál será el desarrollo de la demanda y cuál va a ser el comportamiento de la inflación”, anotó.
Saza además comentó que Powell es renuente a dar una fecha tentativa para subir las tasas de interés, pues las expectativas se anclarían a esa temporalidad y el mundo empezaría a estar en una tensión permanente.
“Si bien la pandemia no ha terminado y él habló varias veces de los riesgos de la variante Delta, está siendo cauto y esperando que, con el tiempo, todo se calme más, por lo que en algún momento, cuando la pandemia se levante en su totalidad y se evidencie mayor optimismo, será el momento en el que se subirán las tasas”, agregó.
Referente a la liquidación del programa de compra de bonos, Powell advirtió que este movimiento no se debería interpretar en sí como una señal de aumento en las tasas.
“La reducción de la compra de bonos ha ido muy de la mano con lo que han anunciado en los últimos meses. Ellos tienen que empezar a sacar liquidez de la economía si quieren controlar la inflación eventualmente, por el aumento de expectativas de inflación, por ello, el primer paso que se esperaba se diera era una reducción en la compra de estos activos”, comentó Gregorio Gandini, especialista en mercado de capitales.
Además, añadió que el enfoque de la reducción de intereses está más guiado al ‘tapering’, que es la forma en la que se ajustan las compras de bonos, evaluando también la manera en la que van a vender esos mismos.
Por esa razón, la Fed ha sido agresiva en su expansión cuantitativa, lo que causa que tengan una gran cantidad de bonos en su hoja de balance.
“Lo más probable es que ellos empiecen a quitar la liquidez generada, primero, reduciendo las compras, y, eventualmente, vendiendo los títulos que tienen para volver a coger esa liquidez en el mercado”, agregó.
Frente a las tasas, anotó que no han querido aumentarlas pues no quieren sacrificar esta herramienta, manteniéndola a la baja por el impacto que ha tenido la variante Delta, por lo que, hasta no tener una seguridad en cuanto a la situación económica, que puede cambiar por eventuales cierres, la Fed seguirá muy cauta, manteniendo una liquidez de forma sutil y suave en el mercado.
Respecto al tema inflacionario, Powell sostuvo la posición de que la inflación, actualmente por encima del rango meta de 2%, es un fenómeno transitiorio, por lo que no considera que deba haber, por el momento, un cambio en la política monetaria.
En esa línea, Gandini aseguró que las expectativas de inflación se han venido ajustando con el tiempo, aunque si el consumo se reactiva, es probable que la meta de 2% a final de este año se mantenga, pero para 2022 se complique.
“Podríamos esperar algunos aumentos de precios para el año 2022, pero el nuevo lenguaje de la Reserva Federal parece ser más neutro, no están tan sesgados hacia el control de precios”, concluyó.
Crecen las voces que piden que la reducción empiece este año
En declaraciones a Bloomberg TV, varios funcionarios de la Fed de diferentes estados de Estados Unidos aseguraron que la reducción en el programa de compra de bonos no puede esperar más. Patrick Harker, presidente de la Fed de Filadelfia, dijo que la variante Delta es un problema, por lo que se debe comenzar el proceso de reducción, mantenerlo lo más simple posible y luego subir las tasas. Robert Kaplan, presidente de la Fed en Dallas, comentó que la reducción se debe hacer en menos de ocho meses.
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