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Sistemas de atención médica
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El país cayó 46 posiciones desde 2021 en el ranking de sistemas de atención médica de Ceoworld en el que se evalúan variables como infraestructura y costos de medicamentos
En 2021, el presidente Gustavo Petro señaló el puesto que ocupaba Colombia para ese entonces en el ranking de sistemas de atención médica, medido por el Health Care Index de la revista especializada Ceoworld. Para ese año el país estaba de 31 entre mejores sistemas de salud del mundo entre 89 evaluados.
Para el índice de 2024, Colombia descendió 46 posiciones ubicándose en el puesto 81, aunque vale destacar que para esta medición se revisó a un total de 110 países en el mundo.
Entre los líderes del ranking también hubo cambios, en el primer año pospandemia el mejor sistema fue el de Corea del Sur, seguido de Taiwán, Dinamarca, Austria y Japón. Para 2023, permanecen los dos primeros pero cambian de posición, Dinamarca cae a la posición 24, Austria a la 16 y Japón a la 13. En reemplazo, a los siguientes tres lugares entra Australia, Canadá y Suecia. Para completar el top 10 está Irlanda, Países Bajos, Alemania, Noruega e Israel.
Para clasificar a los países en estos lugares se midieron tres variables, la infraestructura médica y profesionales del sector; la disponibilidad y costo per capita de los medicamentos; y la preparación gubernamental. Al igual que se tiene en consideración otros factores relacionados a la salud, incluidos los ambientales, el acceso a agua potable, el saneamiento y la disposición del gobierno a imponer sanciones a riesgos como el consumo de tabaco y la obesidad.
En el caso del país con la mejor atención médica del mundo, Taiwán, logró un puntaje general de 78,72 puntos, teniendo como variable destaca a la infraestructura médica y a la calidad de los profesionales, al obtener 87,16 de calificación por este ítem.
En 2021, Colombia tenía un puntaje de 78,39 en infraestructura para este año fue de 68,87; en disponibilidad de medicamentos tuvo 74,03 hace tres años y para 2024 desmejoró a 51,69; el mejor ítem calificado en época pospandemia fue el de la preparación del gobierno para afrontar crisis sanitarias con 91,7, y para la última edición, esta fue la variable con la mayor caída, logrando 53,55 puntos.
De esta forma, se pasó de 44,72 puntos a 33,38 en tres años, lo que indica que la razón en la baja de posiciones no se dio solamente por la entrada de nuevos países a la evaluación sino a una caída en cada ítem.
Jorge Martín Rodríguez, profesor del Instituto de Salud Pública de la Universidad Javeriana, señala que un factor que puede explicar la baja calificación al sistema de atención médica, es la precisión y oportunidad en la prestación de los servicios, lo cual se ve reflejado en el país a través de tutelas y el sistema Pqrs, Peticiones, Quejas, Reclamos y Sugerencias, hecho que además destaca que no se una dinámica propia de una crisis sino que lleva mucho tiempo.
“Los equipos que se han constituido no se articulan a las entidades que hoy manejan el riesgo. Si esto se hubiese hecho seguramente el Índice de Atención Médica hubiese mejorado”.
“El gasto de bolsillo ha sido una ventaja del sistema colombiano, se debe ver si ha conllevado a que las personas hayan tenido que pagar de su pecunio en algún momento”.
“Como académico y como usuario he tenido que recurrir a la Superintendencia de Salud por diferentes motivos, barreras de acceso, citas, un sistema administrativo que no piensa en el paciente”, dijo Martín Rodríguez. Además destacó que los elementos prioritarios son calidad, oportunidad y continuidad del tratamiento.
También se refirió a la situación actual de intervención a algunas de las EPS más grandes del país, señala que, “más allá de la crisis que se ve en los medios, lo que yo entiendo que se quiere hacer es precisamente evitar que haya más quejas y reclamos a entidades como SOS, Nueva EPS, Sanitas y lógicamente para lograr la continuidad de tratamiento para personas que tenemos una enfermedad crónica, o una necesidad de medicamentos no PBS que se tiene que mantener”.
Para Elisa Torrenegra, experta del sector salud, el desempeño en las variables se afectó por la pretensión del gobierno en realizar una reforma, dado que se dejó en “semi parálisis” otros aspectos que venían en curso en el sistema como a infraestructura y la disponibilidad y costos de medicamentos, dos puntos que evalúa el índice de atención médica. También considera que la variable de preparación gubernamental se ha afectado por la misma razón, el desgaste político que trae consigo la reforma.
“Las políticas públicas deben ser continuas y los ajustes o cambios que se pretendan deben desarrollarse de manera paralela, preparando a los actores que cambian en sus roles o funciones mediante asistencia técnica. Esto no se está haciendo. Estamos distraídos en las intervenciones y correctivos que necesita el país para la mejora de las variables evaluadas; y me preocupa la desarticulación de actores como las aseguradoras”, concluyó Torrenegra.
A escala regional, Colombia había clasificado por encima de países como Chile y Brasil en 2021. Al primero lo sigue superando, pues este ocupa el puesto 86 actualmente, pero con Brasil parece que se hubiesen invertido las posiciones al lograr 43,06 de puntaje y posicionarse en el puesto 38, el más alto de Latinoamérica. Después, en el puesto 45 está México con 41,63 puntos; Costa Rica de 47 con 39,85 en puntuación, Panamá de 62 (36,74) y Uruguay de 63 con 36,31 puntos.
Hay cinco países europeos que llegaron al top 10 entre los mejores sistemas de atención médica, y de hecho ocupan de forma seguida del quinto al noveno puesto. Suecia ocupó el quinto lugar con un puntaje general de 70,73, siendo la variable de infraestructura y profesionales la más destacada con 78,77 puntos; enseguida está Irlanda con 67,99 de calificación, pero en su caso el aspecto con mejor desempeño fue el de la disponibilidad de costos de medicamentos, 96,22; luego se ubican Países Bajos (65,38), Alemania (64,66) y Noruega (64,63).
Las ventas del cuarto trimestre fiscal serán de aproximadamente US$37.500 millones, dijo la compañía, los analistas estimaban hasta US$41.000 millones
Este valor se logra ya la administración salvadoreña ha acumulado 6.164 bitcoins de la criptomoneda como reserva
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