Colombia es el décimo de América Latina en el ranking de energías sostenibles

Diez países de América Latina figuran entre las primeras 50 casillas (de 128) del ranking de los países con las políticas energéticas más sostenibles publicado por el Consejo Mundial de Energía (WEC, por sus siglas en inglés). Uruguay, Argentina y Costa Rica lideran la lista regional, ocupando las casillas 17, 35 y 38, respectivamente.

El ranking clasifica a los países por su capacidad de proporcionar energía sostenible a través de tres dimensiones: seguridad energética, equidad energética (accesibilidad y asequibilidad) y sostenibilidad ambiental. Entre más alta sea la puntuación del trilema de los países, es porque mejor integración de estas tres dimensiones tiene en el Índice de Trilema Energético creado por el WEC.

Si bien Colombia ocupó el décimo lugar entre los países de la región, en el ranking general le fue bien, pues se ubicó en el puesto 49. De las tres dimensiones, en la que mejor le va a Colombia es en sostenibilidad ambiental, donde ocupa el lugar 22. Le siguen seguridad energética y equidad energética, ubicándose en las casillas 32 y 86, cada uno. Al respecto, el informe señala que los bajos índices en seguridad energética se deben a una “disminución en el almacenamiento de energía con el tiempo”, aún cuando otros indicadores de seguridad “han mejorado de manera consistente”. “Colombia ocupa un lugar más bajo a nivel mundial, debido a los altos precios de la electricidad y el gas natural y los indicadores de acceso a la energía de menor calidad. Colombia obtiene una calificación general de BCA” reza el informe.

Las siglas corresponden al grado de equilibrio, siendo DDD la más baja y AAA la más alta. La primera letra representa la seguridad; la segunda, la equidad; y la tercera, la sostenibilidad ambiental.

Desde 2018 Colombia viene impulsando una política de transición energética en la cual el Ministerio de Minas y Energía ha realizado dos subastas de energía de largo plazo este año: la primera fue el 26 de febrero y no adjudicó contratos; la segunda fue el pasado 22 de octubre y adjudicó 1.298 megavatios, cifra que hoy asciende a 2.200 megavatios gracias al trabajo conjunto entre algunas empresas privadas y el Gobierno.

Con esta subasta, el Gobierno busca diversificar su matriz energética con la incorporación de fuentes no convencionales de energías renovables como la solar y la eólica, reduciendo la dependencia a la energía hidráulica.

Carlos Leal, presidente de la Junta Directiva de Acipet, señaló que la posición en la seguridad energética se refiere a la disponibilidad de recursos y “ahí los hidrocarburos siguen siendo vitales, mientras que las reservas de nuestro país son precarias. Tener un portafolio de reservas tan bajo castiga la clasificación”.

Algo que llama la atención es que Venezuela tenga un mejor puntaje que Colombia. Al respecto, el informe señala que esto se debe a la importante dotación de combustibles fósiles que tiene el país, a los avances en sostenibilidad y a la disminución de gases efecto invernadero. Advirtieron que las inestabilidades recientes aún “no están totalmente capturadas por el índice”.