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Ventas internacionales de BYD
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BYD es la creación de Wang Chuanfu, un científico que vio la oportunidad de crear una empresa de baterías recargables
Wang Chuanfu, un científico de 58 años que en los años 90 vio la oportunidad de crear una empresa de baterías recargables que desafiara el dominio de Japón, está detrás de BYD, la multinacional de carros “Build Your Dreams” (Construye tus sueños).
Empezó centrándose en baterías para teléfonos y herramientas eléctricas, pero en 2003 decidió dedicarse a los carros;en poco más de 10 años superó en producción incluso a un icono de la electrificación: Tesla.
El caso empresarial de BYD es el de una compañía que revolcó el negocio de los carros eléctricos e híbridos, a tal punto que puso en alerta a los líderes tradicionales de la industria y hoy sus vehículos son objetos de aranceles en la Unión Europea y varios en América.
Las innovaciones de Wang en baterías y fabricación, amortiguadas por las políticas gubernamentales chinas favorables a los vehículos eléctricos y la escala de su mercado automovilístico nacional, han ayudado a BYD a hacer lo que Tesla, Ford Motor y el resto de la industria automovilística no han conseguido: fabricar vehículos eléctricos asequibles para las masas y generar utilidades en el proceso.
Desde que introdujo una nueva tecnología de baterías en 2020, BYD ha pasado de ser un nombre más en el negocio automotriz chino a estar entre los 10 principales fabricantes del mundo. Pisó con fuerza en los planes de gigantes y, a finales de 2023, superó brevemente a Tesla para convertirse en el mayor vendedor de vehículos eléctricos.
Los directivos de BYD afirman que la empresa “intenta vender coches y luchar contra el cambio climático”. Nicolás Behar, gerente de BYD Auto para Motorysa en Colombia, dijo que “el crecimiento de nuestra marca se debe a varios factores: la confianza del consumidor en nuestras soluciones tecnológicas, el apoyo de políticas gubernamentales que favorecen la movilidad sostenible, y nuestra capacidad de adaptarnos a las necesidades locales”.
Y pidió que a nivel local sigan los incentivos al sector. “Es fundamental que se mantengan los beneficios fiscales y las exenciones para este tipo de vehículos, especialmente para los eléctricos y Phev, son esenciales para seguir incentivando la adopción de tecnologías limpias”.
Y según un editorial de Bloomberg, también quiere hacer lo que ningún fabricante de carros chino ha hecho nunca: “convertirse en una marca de consumo mundialmente reconocida”.
La marca espera trascender la geopolítica con el atractivo de una apuesta híbrida enchufable capaz de recorrer más de 2.000 kilómetros sin parar en una estación. Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de BYD y rostro de su expansión mundial, dice que quiere que los consumidores vean a BYD como “un pionero tecnológico en cambiar el mundo. Igual que cuando usas un iPhone, puede que no pienses que es de un país concreto. Simplemente forma parte de tu vida”.
“Es fundamental que se mantengan los beneficios fiscales y exenciones para este tipo de vehículos, especialmente para los eléctricos y Phev, son esenciales para seguir incentivando las tecnologías limpias”.
En 2020, luego de lanzar Blade, un icono de las baterías, Tesla había inaugurado su gigafactoría de Shanghái, convirtiendo de repente los vehículos eléctricos en algo deseable y atractivo en China, algo que no había conseguido una década de incentivos gubernamentales.
Pero ese verano, BYD presentó su nuevo sedán de lujo: Han, totalmente eléctrica y con un precio ligeramente superior a US$32.000, estaba claro que no era una imitación: la empresa había contratado a caros diseñadores europeos, encabezados por Wolfgang Egger, antiguo diseñador de Alfa Romeo y Audi.
El Han, con su estilo europeo, su autonomía de 860 km, sus asientos de cuero y sus funciones de asistencia al conductor de alta gama, se situó cómodamente por debajo del precio de sus rivales y se convirtió en un éxito.
Ahora enfrenta retos, EE.UU. impuso un arancel de 100% a los vehículos eléctricos exportados desde China. Hace poco, la UE impuso un arancel de 17% a las importaciones de vehículos eléctricos de BYD, en el marco de una investigación sobre las subvenciones públicas a la industria automovilística china.
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