Cómo combatir el 'modo duende' que afecta la carrera profesional

Goblin mode o modo duende es uno de esos conceptos que han surgido o se han hecho populares en 2022 y amenazan con tomar al asalto el nuevo 2023... Y en este caso, como ya hicieron términos como gran dimisión, renuncia tranquila, cushioning, shift shock o despido silencioso, se puede colar asimismo en nuestra vida laboral, con consecuencias en la actividad profesional y en la carrera.

El término modo duende se conoció en 2022 cuando, por primera vez en la historia, Oxford Dictionaries permitió al público votar la palabra del año: esta fue la ganadora, que se define como "un tipo de comportamiento autoindulgente, perezoso, descuidado o codicioso sin disculpas, que generalmente lleva a rechazar las normas o expectativas sociales".

Modo duende recibió una abrumadora mayoría de votos frente a las dos palabras competidoras: "metaverso" y "#IStandWith", y refleja el espíritu, estado de ánimo y preocupaciones de los últimos meses. Pero su origen es mucho más prosaico y se remonta a 2009, que fue cuando apareció en Twitter, asociado a un titular falso que tenía que ver con la separación del rapero Kanye West y la actriz Julia Fox, y con la supuesta actitud de desidia de ella.

Esos comienzos de papel cuché y celebridades poco tienen que ver con la carrera profesional y sus consecuencias en la búsqueda de trabajo o en el cambio de actividad y empresa, en un escenario de frustración para millones de empleados que siguen sin querer trabajar como lo hacían antes de la pandemia.

De un modo general, en Oxford explican que este término ganador en 2022 ha capturado aparentemente "el estado de ánimo predominante de las personas que rechazaron la idea de volver a la vida normal o nueva normalidad".

Pero hay quien piensa que este término resume lo que muchos profesionales sienten acerca de su vida laboral, cada vez más alejada de cómo quieren vivir y ascender en la escala profesional.

Desenganchados

Cuando alguien se da cuenta de que no está en el lugar (de trabajo) adecuado se siente maltratado y opta por abandonarse o marcharse. En este sentido, el modo duende podría considerarse como una reacción natural al mundo laboral que vivimos, sobre todo desde la pandemia.

Llega un momento en el que ciertos profesionales ya ni se acuerdan de las dificultades que han pasado para encontrar el trabajo que tienen ahora. Y ni siquiera les importa lo duro que puede ser para ellos el mercado laboral... Hasta la satisfacción por el hecho de tener un empleo puede convertirse en hastío y depresión... Y uno pasa a formar parte del grupo de los desenganchados de su trabajo, profesionales desconectados emocionalmente de sus puestos y con una predisposición cada vez menor a ser verdaderamente productivos.

La falta de motivación y enganche, que es algo muy intangible, tiene un impacto muy tangible tanto en la organización como en la persona.

Diferentes estudios y encuestas sobre este estado general de frustración e incertidumbre concluyen, por ejemplo, que más del 80% de los profesionales estadounidenses sufre estrés relacionado con el trabajo y el 25% dice que éste es su factor estresante número uno; que es probable que el 72% de los miembros de la Generación Z deje su empleo debido a la falta de políticas de trabajo flexible; que el 65% de los trabajadores remotos se siente menos conectado con sus colegas que antes de la pandemia... Y esta misma semana, un estudio del Observatorio Cegos concluía que el 88% de los empleados españoles -un 78% a nivel internacional- está dispuesto a considerar un cambio completo de carrera si ello aportara más significado a su actividad profesional.

Multitud de organizaciones son incapaces de gestionar el uno a uno, y no saben cómo hacer que el profesional se sienta a gusto. Muestran una incapacidad evidente de escuchar y de entender.

El reciente informe de McKinsey & Company Great Attrition or Great Attraction? recuerda cómo millones de empleados han renunciado -y seguirán haciéndolo- a sus trabajos desde abril de 2021 a un ritmo récord. Añade que "las empresas están luchando para abordar el problema, y muchas seguirán peleando, porque no comprenden realmente por qué sus empleados se están yendo. En vez de investigar las verdaderas causas de la deserción, muchas compañías se lanzan a soluciones rápidas bienintencionadas que fracasan".

El enganche es consecuencia de la propia motivación, y aquí, según José María Gasalla, profesor y conferenciante, se presentan tres factores críticos: que lo que uno hace tenga sentido más allá de la remuneración; que tenga autonomía; y que domine aquello que hace.

Una organización estimula a sus empleados cuando logra establecer un vínculo a medio y largo plazo teniendo en cuenta las expectativas de éstos, escuchándoles y haciéndoles partícipes de los planes de acción.
Buscar... de otra forma.

Estar en modo búsqueda de empleo y de permanente reinvención profesional -incluso desde el trabajo que se tiene- no es ninguna locura. Menos aún en tiempos de frustración o de gran dimisión.

Michelle Weise, experta en cómo lograr los trabajos y profesiones que aún no existen, vicerrectora del Sistema Nacional de Universidades de EEUU, pronostica que "si los primeros Boomer ya experimentan 12 cambios de trabajo cuando se jubilan tras una vida laboral, habrá que prepararse para 20 ó 30 transiciones laborales en el futuro". Cada nuevo puesto que obtenemos es una "historia de posibilidades", y los cambios de carrera son un mecanismo para ampliar las habilidades y aumentar los ingresos. Las habilidades adquiridas o implementadas a través de cada nueva experiencia laboral representan del 40% al 53% de los ingresos promedio de una vida profesional típica.

Conviene identificar dónde está usted y hacia dónde se dirige. Analice por qué va a trabajar cada día, y qué es lo que espera (salario, desarrollo profesional, proyectos, reconocimiento, cultura de empresa, o flexibilidad); qué teme; cuándo fue la última vez que pensó en dejar la empresa; qué situación le hizo pensar en marcharse;y también si recomendaría su empresa a otros amigos que buscan trabajo.

Conviene tener un plan de acción basado en la educación (que esté sostenido por el aprendizaje permanente), en la exposición (un plan de acción que ponga en práctica lo que ha aprendido) y en la experiencia. Formación, experiencia y habilidades profesionales son los ingredientes del éxito laboral. Hay que dominarlos y, sobre todo, conocer la fórmula que los combina.

Trate de adaptar su realidad profesional al mercado de trabajo: lo primero es buscar empleos en empresas alineadas con sus necesidades profesionales, que son únicas.

Una de las primeras medidas que debe tomar es analizar sus posibilidades de reinvención profesional: conocer su propia capacidad de sacar partido de aquello que ya sabe hacer en otro sector, puesto o actividad. Esto puede implicar tomar caminos diferentes o alternativos, siempre que haya adquirido las competencias que puede exigirle otra empresa, carrera o sector.

No importa tanto lo que ha hecho hasta ahora como las habilidades que ha obtenido. Y que éstas se adapten al nuevo puesto que pretende (y que supuestamente resolverá su frustración profesional).

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