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Expertos consideran que, en el futuro, la potencia victoriosa en los conflictos bélicos será la que tenga procesos automatizados con IA, armas autómatas
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Los campos de batalla estarán en el futuro llenos de drones y submarinos automatizados; expertos temen efectos adversos de la IA
La inteligencia artificial está permeando cada vez más los entornos económicos del mundo y la guerra no está ajena al avance de la tecnología. Un reportaje de Reuters reveló que en Sidney, Australia, se está trabajando en submarinos no tripulados. Su funcionamiento es totalmente autónomo gracias a la IA y el costo de cada unidad oscila en US$14 millones. Bajo el nombre de Ghost Sharks, estos vehículos submarinos prometen ser una revolución tecnológica de la guerra cuando sean entregados a mediados de 2025. Australia es uno de los aliados principales de EE.UU. y está ayudando al país americano en la carrera del armamento basado en la IA.
No hay que olvidar que las tensiones políticas de la guerra tienen sustento en la rivalidad de Estados Unidos y China. Los expertos consideran que, en el futuro, la potencia victoriosa en los conflictos bélicos será la que tenga procesos automatizados con IA, armas autómatas; estas últimas no necesitan operarios, son más baratas de construir y su capacidad productiva puede crecer rápidamente.
“Ganar la batalla del software en esta competencia estratégica es vital”, aseguró Mick Ryan, un general del Ejército de Australia, quien es experto en tecnología de guerra y sabe de primera mano el papel de los desarrollos de este tipo en el conflicto de Ucrania. El reporte de Reuters señala que un avance de China en el campo de batalla significaría un revés del "orden político y económico y global".
A pesar de que el foco del desarrollo es la ventaja armamentista, expertos en tecnología aseguran que aún no hay fe de los resultados de la utilización de la IA. Siempre ha sido un miedo latente que los robots impulsados por la inteligencia artificial adquieran conciencia y tomen decisiones de forma independiente, lo que podría ser un efecto adverso y no deseado.
"A pesar de tales recelos, ambas partes están luchando por desplegar máquinas no tripuladas que explotarán la IA para operar de forma autónoma: submarinos, buques de guerra, aviones de combate, drones aéreos y vehículos de combate terrestres", dice Reuters.
Expertos bélicos advierten también que las máquinas de guerra automatizadas podrían atacar civiles, no combatientes. Científicos advierten que un dispositivo que funciona por sí mismo podría ser letal para una población de hombres en edad militar en una determinada ciudad, región o grupo étnico.
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