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Antes de las elecciones, Bukele tenía una intención de voto de 81,7% frente a 12,2% de la intención combinada de los opositores
Ayer se celebraron las elecciones presidenciales en El Salvador en las que Nayib Bukele obtuvo la mayoría de los votos frente a los candidatos de la oposición Manuel Flores, Joel Sánchez, Luis Parada, José Renderos y Mariana Murillo. Su victoria representa el inicio del segundo mandato, que irá desde el primero de junio del año en curso hasta la misma fecha en 2029.
Es necesario aclarar que Bukele pidió una licencia de seis meses previo a la fecha de los comicios con la intención, según su equipo de contienda, para preparar su campaña para la reelección; como sustituta quedó la diputada Claudia Juana Rodríguez de Guevara, quien contó con la aprobación de los diputados.
Previo a esto, Nayib Bukele tenía un índice de aprobación de 90% según cifras de CID Gallup. Su éxito en este rubro se debió en gran parte a su política antipandillas que redujo la criminalidad en el país pero que trajo consigo detenciones arbitrarias y vulneraciones a las libertades individuales y de prensa.
Avances en Seguridad
A finales de marzo de 2022, el congreso de El Salvador decretó un estado de excepción con la intención de suspender algunas garantías constitucionales, a petición del mandatario, para tomar medidas no convencionales en la “guerra” que el Estado había adquirido con las bandas criminales, especialmente con Los Maras. Esta banda era el foco de atención de su Plan de Control Territorial, plan que se había implementado en 2016 y venía reduciendo el estado de violencia e inseguridad hasta la escalada en los homicidios de 2017 a 2019.
Aunque la medida sí ha provocado una reducción considerable en el número de homicidios por cada 100.000 habitantes (36 en 2019 a 7.8 en 2022) y contaba con el apoyo de los salvadoreños por la desaparición de las pandillas, la medida ha sido cuestionada en el exterior por el reporte de casos de detenciones arbitrarias y vulneración a la libertad de prensa, especialmente.
Movimientos de la Inflación
El primer gobierno de Nayib Bukele cerró en términos macroceconómicos con una de las inflaciones más bajas de América Latina (1,2% en diciembre de 2023). Esta es cifra es el reflejo de una tendencia a la baja que inició en junio de 2022 y, desde esa fecha no alcanzó una cifra más alta (7,8%). Es meritorio que en tan solo un año y medio, el Gobierno haya logrado desacelerar en un tiempo relativamente corto la inflación; esto si se tiene en cuenta el alza inflacionaria de 2021 y 2022 que acompañó a los mercados del mundo.
Evolución del pib
El PIB de El Salvador no reflejó un crecimiento acelerado ni sostenido aunque tiene mucho que ver con la caída de la producción que sufrió el mundo a causa de la pandemia. El trimestre de abril a junio de 2020 fue el peor en este aspecto ya que se registró un descenso de 18,83%. Sin embargo, el siguiente trimestre representó el de mayor recuperación de la producción gracias a un incremento de 14,26%. En 2021 y 2022 no se registraron más incrementos tan llamativos pero 2023 se habría cerrado con una proyección de crecimiento de 2,2%.
La apuesta por el bitcoin
El siete de septiembre de 2021 entró en efecto una nueva reglamentación que permitía al bitcoin ser una moneda de curso legal. A pesar de que esta criptomoneda haya perdido 37% de su valor, estimaciones de expertos apuntan a que El Salvador cuenta con US$76,5 millones en bitcoin. A pesar de las pérdidas, el gobierno de Bukele ha sorteado las dificultades y, tras una reunión con el FMI, ahora los principales bancos del país recomiendan comprar los bonos de bitcoin en señal del aumento en la confianza de los inversionistas.
El desempleo
El desempleo es otro de los sectores con un rendimiento positivo pese a las complicaciones provocadas por la pandemia. A pesar de alcanzar su punto crítico en 2021 (7,2%), el cierre de 2022 evidenció una caída hasta 5%. Desde el Banco Central expresaron que, a corte de abril de 2023, la cifra de desempleo era de 3,7% sumada a la creación de 339.000 nuevos empleos.
¿Qué dice la constitución?
La carta magna salvadoreña enuncia que la duración de los cargos presidenciales es de cinco años con una única posibilidad de reelección según lo estipulado por la Sala Constitucional en el artículo 152 ordinal uno. Cada primero de junio, el presidente debe rendir cuentas ante la Asamblea Legislativa de la República sobre los aportes y el desarrollo gubernamental junto con el vicepresidente y su consejo de ministros.
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