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De acuerdo con expertos, las sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos facilitarían a Guaidó la posible renegociación de bonos de Pdvsa
Tras conocerse la decisión del bloqueo de Venezuela por parte de Estados Unidos, en la que el presidente Donald Trump ordenó el congelamiento de los activos venezolanos en su país y el cese de cualquier tipo de negocios, ventas o compras con empresas o funcionarios del país vecino, una de las primeras personas en pronunciarse fue el presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, quien aseguró que esta medida, aunque parezca negativa, sirve para proteger temas clave como Citgo, filial de Pdvsa en EE.UU.
Con estas declaraciones, Guaidó mostró la otra cara de la moneda del bloqueo económico que le impuso Trump a Venezuela. De hecho, varios analistas aseguran que esto no sería la único bueno para el equipo de Guaidó. Como esta medida impediría que los acreedores de los bonos de Pdvsa hagan cumplir las garantías pactadas por el incumplimiento del pago de la deuda (quedarse con acciones de Citgo), el congelamiento de las operaciones con empresas venezolanas, le estaría dando un nuevo aire a Guaidó para renegociar el pago de los compromisos adquiridos con los bonos Pdvsa 2020, los cuales se vencen en octubre y el monto que se debe pagar es de aproximadamente US$900 millones.
“La junta administrativa ad-hoc de Pdvsa está diseñando una estrategia para la resolución del bono 2020, lo que incluye sentarse a negociar con los bonistas”, fueron las declaraciones a Reuters de Luis Pacheco, director del equipo de Juan Guaidó en Estados Unidos.
Esto no sería lo único. También Venezuela debe ganar más tiempo para proteger a Citgo, pues una Corte de Apelaciones de Estados Unidos confirmó que la minera canadiense Crystallex International podría quedarse con los activos de Citgo, en representación del pago de la deuda de US$1.400 millones que aún están pendientes por parte de este Estado tras ejecutar la expropiación de esa compañía sin pago de indemnización.
Según explicó Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio para Venezuela en la Universidad del Rosario, estas sanciones sí llevarían a que la oposición tuviese herramientas de negociación de la titularidad de algunos activos frente al régimen de Nicolás Maduro.
“Pasar de la titularidad de Nicolás Maduro a la de Juan Guaidó no es una tarea fácil, y menos teniendo en cuenta que Maduro todavía tiene todo el entramado institucional”, comentó Rodríguez, quien a su vez señaló que la decisión del gobierno norteamericano sí tendría afectaciones directas en la sociedad civil.
La otra cara de la moneda
A pesar de que existe este respiro con visos de incertidumbre frente a los temas relacionados con los bonos, el impacto que recibiría Venezuela por parte de la decisión del gobierno de Estados Unidos tendría sus puntos negros, teniendo en cuenta que la severidad de estos socavaría en la industria, además del impacto a la sociedad. Esto, a pesar de que en el anuncio sí se establecieron excepciones que, en teoría, buscan que la población venezolana no se vea afectada. No obstante, no serían suficientes, puesto que solo cobijan temas relacionados con entrega de alimentos, medicamentos y ropa.
Según explicó el director de Ciudadanía en Acción, Edison Arciniegas, esta decisión impulsaría el desabastecimiento de proveedores de productos especializados, en un país que ya enfrenta un alto nivel de escasez. “Necesitamos importar los químicos necesarios para la potabilización del agua, que no está incluido en los elementos exceptuados”, señaló.
De la misma manera, indicó que la industria petrolera y petroquímica también recibirían un impacto importante por las sanciones impuestas desde el norte del continente, puesto que en estos sectores de la economía hay un sustento importante de productos que provienen de Estados Unidos.
“Lo más importante es que se sanciona al Estado y a sus proveedores. Cualquier actor económico que no entra en los párrafos que quedaron exceptuados no podría hacer negocios con Venezuela”, concluyó Arciniegas.
Otro de los sectores en los que se sembrarían dudas por los mismos motivos es el de la agroindustria, del que se desconocen cifras recientes, puesto que el gobierno de Nicolás Maduro se ha negado a entregarlas.
“En Venezuela, toda la parte de agroindustria está bastante rezagada y recuperarla va a llevar bastante tiempo. El gobierno se ha negado a entregar cifras, pero allí no se verán afectaciones en el corto plazo, sino en la medida en la que se busque recuperar esta industria”, comentó Rodríguez.
A pesar de este escenario, Carlos Vecchio, embajador de la delegación de Juan Guaidó en Estados Unidos, hizo un llamado a la calma a los habitantes de Venezuela, asegurando que las acciones iniciadas por Estados Unidos no son en contra de Venezuela en general, sino en contra del régimen de Nicolás Maduro.
“Todos debemos tener claro que esta decisión (...) no afecta al pueblo venezolano, porque permite el comercio entre privados y contempla excepciones especiales para alimentos y medicinas para nuestro pueblo”, explicó el Embajador.
Así mismo, aclaró que no se trata de una medida del mismo calibre a las impuestas por el gobierno de dicho país contra Irán o contra Corea del Norte, puesto que para dichas naciones sí se desarrollaron procesos de embargos totales.
Lo que se importa y se exporta entre Estados Unidos y Venezuela
De acuerdo con la balanza comercial presentada por Estados Unidos, son más las importaciones que hacen los norteamericanos que lo que hacen llegar a Venezuela. Para el año pasado, las exportaciones tuvieron un valor de US$6.119,6 millones, mientras que las importaciones se establecieron en US$13.171,9 millones. Sin embargo, durante los meses de mayo y junio, la tendencia cambió y disminuyó el intercambio comercial entre ambas naciones. Para la primera mitad del año, solo se importó US$1.803,9 millones.
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