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La compañía eliminará cerca de 14.000 empleos en EE.UU. y Canadá, además planea cerrar cinco plantas de producción en estos países.
Según lo anunció esta semana General Motors (GM), 8.000 ejecutivos y 6.000 operarios de las plantas se verían afectados con la medida. La compañía que tiene 54.000 empleados en América del Norte espera que con la reducción de su personal, para finales de 2020, ahorre hasta US$6.000 millones.
Pese a que el número de unidades vendidas en el último año en el mercado norteamericano presentó una leve caída, el mes pasado, en su balance más reciente la compañía reportaba incremento en sus ingresos. Situación que ha generado mala aceptación entre los sindicatos quienes dicen que se está tomando una "decisión insensata" al colocar sus ganancias económicas por encima de las familias trabajadoras.
Aunque el anuncio fue bien recibido por los mercados, donde las acciones de la compañía automotriz subieron 6% luego del anuncio. Para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no fue bien acogido, y le recomendó a GM que cierre sus plantas en China y las abra en Ohio, asegurando que él estaba en EE.UU. para proteger a los trabajadores norteamericanos, además, que estaba pensando en retirarle los subsidios a la compañía, incluso para autos eléctricos.
Con base en lo anterior, nombraremos cinco factores que habrían hecho que la compañía tomara la decisión de recortar su personal. La primera es la baja en el mercado; aunque en el mundo el número de vehículos vendidos está en tendencia alcista, la mayoría de ventas viene de países emergentes y no de mercados tradicionales como EE. UU., Europa Occidental y Japón.
De acuerdo con Michele Krebs, analista ejecutiva de Autotrader, empresa de venta de autos en línea en EE.UU., quien habló con BBC, se están ralentizando las ventas de vehículos en América del Norte, mientras que en China están cayendo, situación que afecta a GM, dado que estos son de sus mayores mercados.
Además Krebs dijo que en Estados Unidos se prevé que las tasas de interés continúen incrementando durante 2019, situación que haría que los consumidores paguen cuotas más altas si quieren financiar sus compras, lo cual tendría impacto en las ventas.
El segundo factor es la guerra comercial que hay entre Estados Unidos y China, específicamente, el incremento de los aranceles en la importación de acero y aluminio puede perjudicar el costo de los vehículos.
Según el analista Antony Currie "la guerra de tarifas del presidente Donald Trump puede representar la mayor parte del aumento de US$1.000 millones en costos registrados este año", señaló para Reuters.
Para Krebs, los precios tanto de los vehículos importados desde China como el de los fabricados en América del Norte, se ven afectados por el incremento de estos aranceles. Además, dijo que la incertidumbre que hay sobre las perspectivas de comercio exterior afectan a todas las empresas automotrices.
La tercera razón son las nuevas tendencias de consumo, específicamente, la caída en las ventas de los modelos sedán, vehículos que están perdiendo interés en las compras de los consumidores estadounidenses. Los recortes anunciados implican que en América del Norte se dejen de fabricar seis tipos de vehículos, todos sedán. Estos son Buick LaCross, Cadillac CT6, Chevrolet Impala, Chevrolet Cruze, Cadillac XTS y Chevrolet Volt.
De acuerdo con Krebs, los consumidores ahora prefieren autos todoterreno ligeros, alejándose de los vehículos tradicionales. Por primera vez en la historia, en los últimos meses, el porcentaje de los sedanes tradicionales nuevos vendidos se ubicó por debajo de 30%, y se esperaría que continúe decreciendo. Situación que ha llevado a GM a ajustar sus fábricas ante esta situación. La experta resaltó en entrevista con BBC que, este fenómeno afecta a todos los fabricantes de carros.
La cuarta causa es pensar en el futuro, de acuerdo con GM, su decisión no es solo por dificultades del presente, sino con una apuesta de futuro. La empresa tendrá como prioridad producir camiones, vehículos eléctricos y otros de conducción autónoma.
Mary Barra, directora ejecutiva de GM, al explicar el porqué de estas medidas dijo que "las acciones que estamos tomando continúan nuestra transformación para ser una empresa altamente ágil, resistente y rentable, a la vez que nos brindan la flexibilidad de invertir en el futuro". Además, la ejecutiva espera que para el año 2020 se dupliquen los recursos destinados a carros eléctricos y autónomos.
Para Antony Currie, el recorte de US$6.000 millones en costos por parte de GM le da mayor espacio para enfrentar problemas que se avecinen y ganar en terreno en la producción de autos eléctricos y autónomos. El analista agregó que, la compañía ya lidera la carrera por hacer el auto del futuro, pues tiene previsto comenzar con la operación comercial de taxis sin conductor por lo menos en una ciudad estadounidense, el próximo año.
La quinta razón es la osada dirección que está teniendo la compañía; es decir, su direccionamiento bajo el liderazgo de Mary Barra está concentrando los esfuerzos y recursos de GM en los modelos más rentables.
Kelley Blue Book, analista de una empresa especializada en el mercado automotor le dijo a la cadena Cnbc que "Mary Barra está empujando a GM en el siglo XXI al deliberadamente voltear casi todos los aspectos de su negocio en Estados Unidos y de sus operaciones globales, llevando a la compañía a ser más flexible, ágil y eficiente".
Sin embargo, este giro no está exento de riesgos. Krebs dijo que los autos eléctricos representan, en el mercado estadounidense, menos de 2%. "Creo que GM está corriendo un gran riesgo al colocar tantos esfuerzos y recursos en los vehículos eléctricos y autónomos porque no sabemos cuándo despegarán sus ventas y generarán ganancias", concluyó la experta en entrevista con BBC.
Krebs también destacó que el mayor mercado en el mundo para este tipo de vehículos es China y va a seguir creciendo gracias al apoyo gubernamental. Sin embargo aseguró que no se sabe qué tipos de productos esté preparando GM para convertirse en líder de este mercado.
De acuerdo con los expertos queda esperar para saber si esta decisión aportará al futuro de GM o por lo contrario habrá sido una mala estrategia.
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