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Ciudad del Vaticano
CIUDAD DEL VATICANO

Conozca cómo es el rito milenario y complejo con el que se elegirá a un nuevo Papa

lunes, 21 de abril de 2025

Ciudad del Vaticano

Foto: Reuters

Tras la confirmación del fallecimiento, se inician los preparativos para las exequias papales, un período de luto y oraciones que culmina con el funeral solemne

Expansión - Madrid

Esta transición, un período de interregno entre un pontificado y otro, está imbuida de simbolismo religioso, tradiciones históricas y exigencias legales, diseñadas para honrar al pontífice fallecido, asegurar la continuidad del gobierno eclesiástico y guiar la elección de su sucesor. La liturgia rodea rodea este momento trascendental, explorando cada fase y su significado profundo.

1. La Confirmación del Óbito y el Anillo del Pescador:

El primer acto, una vez que el fallecimiento del Papa se produce, es su confirmación oficial. El cardenal camarlengo, cargo encargado de administrar los bienes y derechos de la Santa Sede durante la Sede Vacante, desempeña un papel crucial. Tradicionalmente, se acercaba al lecho del Papa y le llamaba tres veces por su nombre de bautismo. Ante la ausencia de respuesta, declaraba oficialmente el óbito. Si bien esta práctica ha evolucionado, la confirmación formal sigue recayendo en el camarlengo.

Una vez confirmado el fallecimiento, el camarlengo, en presencia de otros miembros de la Cámara Apostólica (un órgano colegiado que asiste al camarlengo), procede a la destrucción del Anillo del Pescador, un sello personal que el Papa recibe al inicio de su pontificado y que lleva grabada su imagen y su nombre. La rotura del anillo, realizada tradicionalmente con un martillo, simboliza el fin del poder del pontífice difunto y previene su uso fraudulento durante la Sede Vacante. De manera similar, los sellos y anillos utilizados por las distintas oficinas de la Curia Romana son inutilizados.

2. Las Exequias Papales: Un Adiós Solemne:

Tras la confirmación del fallecimiento, se inician los preparativos para las exequias papales, un período de luto y oraciones que culmina con el funeral solemne. El cuerpo del Papa es vestido con los ornamentos pontificales y expuesto en la Basílica de San Pedro para que los fieles puedan presentar sus respetos. Durante varios días, se celebran misas y se rezan oraciones por el alma del pontífice difunto.

El funeral papal, presidido por el decano del Colegio Cardenalicio (el cardenal de mayor edad), es un evento de gran magnificencia y simbolismo. Se siguen los ritos del Ordo Exsequiarum Romani Pontificis Defuncti, un libro litúrgico que contiene las oraciones, las lecturas y los cantos propios de las exequias papales. Asisten jefes de Estado, representantes de otras religiones y miles de fieles de todo el mundo. La ceremonia, que se celebra en la Plaza de San Pedro, está impregnada de elementos que recuerdan la vida y el legado del Papa fallecido.

Tras el funeral, el cuerpo del Papa es trasladado a las Grutas Vaticanas, una serie de capillas subterráneas bajo la Basílica de San Pedro, donde recibe sepultura en un sarcófago preparado con antelación. La tumba papal se convierte en un lugar de peregrinación y recuerdo.

3. El Gobierno de la Iglesia Durante la Sede Vacante:

Durante el período de Sede Vacante, el gobierno ordinario de la Iglesia recae en el Colegio Cardenalicio, un cuerpo compuesto por cardenales de todo el mundo, aunque con limitaciones específicas. El Colegio Cardenalicio no tiene la potestad de tomar decisiones que normalmente corresponden al Papa, tales como promulgar nuevas leyes o modificar las existentes. Su función principal es asegurar el funcionamiento administrativo de la Iglesia y preparar la elección del nuevo Papa.

El camarlengo y la Cámara Apostólica asumen responsabilidades específicas en la administración de los bienes y derechos de la Santa Sede. Se designan comisiones para atender asuntos urgentes y se toman medidas para garantizar la seguridad del Vaticano.

4. El Cónclave: En Busca del Sucesor de Pedro:

El momento culminante de la Sede Vacante es el Cónclave, la reunión a puerta cerrada de los cardenales electores (aquellos menores de 80 años) en la Capilla Sixtina para elegir al nuevo Papa. El Cónclave es un evento de gran solemnidad y secretismo, regido por normas estrictas y tradiciones seculares.

a. Extra Omnes! El Aislamiento del Mundo:

El Cónclave se inicia con una procesión desde la Capilla Paulina hasta la Capilla Sixtina, entonando las letanías de los santos. Una vez que todos los cardenales electores han ingresado a la Capilla Sixtina, el maestro de ceremonias pronuncia la frase "Extra omnes!", ("¡Todos fuera!"), ordenando a todos aquellos que no son cardenales electores a abandonar la capilla. Las puertas se cierran con llave, simbolizando el aislamiento del mundo exterior y la dedicación exclusiva de los cardenales a la tarea de elegir al nuevo Papa.

Durante el Cónclave, los cardenales electores viven en condiciones austeras, alojándose en pequeñas celdas improvisadas en la Domus Sanctae Marthae, una residencia dentro de la Ciudad del Vaticano. Se les prohíbe comunicarse con el exterior, recibir visitas o leer periódicos. Se toman medidas extremas para garantizar el secreto de las deliberaciones, incluyendo la instalación de inhibidores de frecuencia y la revisión de las celdas.

B. El Juramento de Secreto: La Promesa de Silencio:

Una vez aislados, los cardenales electores prestan juramento de guardar secreto sobre todo lo que ocurra durante el Cónclave, incluyendo las deliberaciones, las votaciones y las identidades de los candidatos. El juramento, pronunciado en latín, incluye una advertencia sobre las sanciones canónicas que se impondrán a quienes violen el secreto.

c. La Votación: Un Acto de Conciencia:

La elección del Papa se realiza mediante votaciones secretas, celebradas dos veces por la mañana y dos veces por la tarde. Cada cardenal elector escribe el nombre de su candidato en una papeleta, que luego dobla y deposita en un cáliz especial. Se cuenta el número de papeletas para verificar que coincida con el número de cardenales electores.

Para ser elegido Papa, un candidato debe obtener una mayoría cualificada de dos tercios de los votos. Si ninguna votación alcanza la mayoría requerida, las papeletas se queman en una estufa instalada en la Capilla Sixtina. Se añade paja húmeda al fuego para producir humo negro, una señal que indica al mundo exterior que aún no se ha llegado a un acuerdo.

d. Habemus Papam! El Anuncio al Mundo:

Cuando un candidato obtiene la mayoría requerida, se le pregunta si acepta la elección. Una vez que el elegido acepta, se convierte oficialmente en el nuevo Papa. El decano del Colegio Cardenalicio le pregunta qué nombre elegirá como pontífice.

Tras aceptar la elección, el nuevo Papa se retira a la llamada "Sala de las Lágrimas", donde elige los ornamentos pontificales que usará para su primera aparición pública. Luego regresa a la Capilla Sixtina, donde recibe la obediencia de los cardenales electores.

Finalmente, el cardenal protodiácono (el cardenal diácono de mayor edad) se asoma al balcón central de la Basílica de San Pedro y pronuncia la famosa frase "Habemus Papam!", ("¡Tenemos Papa!"), anunciando al mundo la elección del nuevo pontífice. A continuación, el cardenal protodiácono revela el nombre del nuevo Papa y el nombre que ha elegido para su pontificado.

El nuevo Papa aparece entonces en el balcón y dirige su primera bendición Urbi et Orbi ("A la ciudad y al mundo"), marcando el inicio de su pontificado.