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La sociedad ligada al Grupo Armas detalló que la principal causa que desencadenó sus problemas financieros fue la pandemia de 2020
Una nueva compañía del sector de la construcción inició un proceso de reorganización judicial. Ahora fue el turno de la Constructora Armas -sociedad ligada al Grupo Armas-, la cual solicitó la apertura de un procedimiento judicial de reorganización financiera en el 10° Juzgado Civil de Santiago, con el fin de ordenar sus compromisos financieros y viabilizar su desarrollo futuro sin afectar las relaciones de largo plazo con sus colaboradores, proveedores, contratistas y clientes.
Actualmente, la Constructora Armas presenta pasivos por más de US$21 millones, de los cuales US$9,4 millones corresponden a entidades no relacionadas al grupo, como BancoEstado, Banco de Chile y Scotiabank. Además, la firma tiene deudas con cerca de 400 proveedores y subcontratistas.
“Esta solicitud es una medida que adoptamos de forma voluntaria para la constructora del grupo, con el propósito de preservar la viabilidad de su operación, normalizar su situación financiera y contar con plazos que permitan asegurar los flujos de caja necesarios para cumplir los compromisos con nuestros acreedores, lo que asumimos con la responsabilidad que caracteriza la trayectoria y reputación del grupo”, señaló el gerente de Administración y Finanzas de Armas, Juan Cristóbal Fuentes.
Previo al inicio del procedimiento judicial -liderado por el abogado Juan Esteban Puga, socio del estudio Puga Ortiz- la compañía emprendió una importante reestructuración interna, reduciendo sus gastos de manera considerable y apuntando a terminar lo antes posible los actuales proyectos en ejecución.
A la fecha, Constructora Armas tiene en ejecución tres proyectos de aproximadamente 700 departamentos en total, de los cuales sólo uno tiene un nivel de avance menor a 80%; y en el último tiempo la empresa entregó otros proyectos con cerca de 2.000 unidades recibidas.
Cabe destacar que la reorganización judicial no involucra al área inmobiliaria del grupo.
La compañía -que a la fecha emplea a 255 trabajadores- detalló que el principal gatillante de sus problemas financieros fue la pandemia de 2020.
Según explicó la firma, las restricciones sanitarias impactaron en el mercado, lo que generó un aumento significativo en los costos de materiales e importaciones, interrupciones en la cadena de suministro global, restricciones de transporte y una mayor demanda de ciertos productos.
“Estos problemas causaron escasez y, como resultado, los precios de materiales esenciales como el acero, el cemento y la madera subieron exponencialmente sus valores. Por otro lado, las cuarentenas y medidas de restricción al desplazamiento provocaron congelamientos, atrasos y baja en la productividad, a lo que luego se sumó el aumento en el costo de la mano de obra”, recalcó la firma.
La compañía indicó que la pandemia llevó a los bancos centrales a subir las tasas de interés para combatir la inflación, lo que -sumado a otros requerimientos de las instituciones financieras- encareció los préstamos para la compra de viviendas, desalentando a potenciales compradores y disminuyendo la demanda en el mercado inmobiliario, lo que generó una acumulación de unidades terminadas para entrega inmediata, y por terminar sin vender.
“Todos estos factores han creado un entorno extremadamente desafiante para Constructora Armas, afectando su estabilidad financiera y su capacidad para responder con sus compromisos para llevar a cabo proyectos de construcción de manera rentable”, concluyó la empresa.
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