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Claudio Muñoz, hoy expresidente de Empresas Corona, tenía confianza en el futuro de la compañía. Sus palabras quedaron plasmadas en su carta a los accionistas
La empresa volvió a solicitar a la justicia una reorganización judicial (la segunda en menos de cuatro años), instancia donde se reveló que sus dueños, la familia Schupper, evalúan “modificar la estructura de propiedad de la empresa”.
“… la firme convicción de tener un proyecto de negocio viable, una marca y un equipo de profesionales capaces de hacer de Empresas Corona un actor relevante en la industria, nos alienta más que nunca a seguir y perseverar en nuestra estrategia”.
Claudio Muñoz, hoy expresidente de Empresas Corona, tenía confianza en el futuro de la compañía. Sus palabras quedaron plasmadas en su carta a los accionistas difundida en la Memoria 2020 de la Sociedad de Créditos Comerciales, SCC, a cargo del negocio financiero de la multitienda controlada por la familia Schupper, y de la cual también llegó a ser el máximo directivo.
En la mencionada carta, Muñoz recordó la reorganización judicial a la que se acogió Corona, y que indirectamente involucró a SCC en su condición de aval y codeudor solidario, la que fue aprobada por la junta de acreedores en octubre de 2020.
El directivo destacó en ese entonces “el respaldo obtenido con parte importante de la banca y los distintos acreedores”, junto con poner de relieve la estrategia de Corona de “ofrecer y dar acceso a la mejor moda sustentable”. Todo esto, según sus palabras, complementado “con el acceso a un medio de pago de aceptación universal -nuestra nueva Tarjeta Corona Mastercard-“, la que -dijo- se esperaba masificar durante el primer semestre de 2021.
Pero, hoy, la multitienda -que da empleo a 1.800 trabajadores- vuelve a estar al borde del abismo: el fantasma de la quiebra nuevamente apareció en las oficinas de la compañía fundada por el empresario de origen judío-holandés Leonardo Schupper Feldstein, quien se instaló en Concepción en 1946. Partió con un negocio de confección de ropa al que nombró Corona, en honor a la reina Guillermina de Holanda.
A mediados de los años 80, frente a la crisis económica del país, el empresario decidió enfocarse en las tiendas por departamento. Tras su muerte en 1998, sus hijos se hicieron cargo de la firma, que se dividió en tres partes iguales entre Herman y las mellizas Paulina y Malu Schupper Messcher.
Y, al igual que la reina Guillermina, que en 1948 abdicó a favor de su hija Juliana, los Schupper estarían dispuestos a ceder -más bien, vender- el control de la compañía.
Así quedó de manifiesto en una nueva solicitud de reorganización presentada por la administración de Corona esta semana (la segunda en menos de cuatro años), en la cual se busca renegociar pasivos por US$6.951 millones, de los cuales el 40% es con empresas relacionadas a los Schupper.
En 2020, la empresa apuntó a los negativos efectos que le generaron la crisis social y luego la pandemia; ahora justificó su reorganización en pérdidas sostenidas y falta de acceso a financiamiento.
“Los accionistas de la empresa se encuentran en conversaciones con el objeto de lograr un acuerdo que permitiría a la compañía alcanzar un desarrollo sustentable en el tiempo, evaluando, incluso, modificar la estructura de propiedad de la empresa”, dijo el abogado de la compañía, Nelson Contador, en la solicitud de reorganización presentada ante la justicia el pasado 22 de octubre.
En un artículo jurídico de los abogados Ricardo Reveco y Francisco González, se destaca que, si bien un acuerdo de reorganización judicial es una herramienta que faculta, en la medida que sea aprobado por sus acreedores, reorganizar el patrimonio del deudor, también permite conciliar distintos intereses, tales como acordar procedimientos de venta de activos o de la empresa que maximicen los precios de modo de mejorar el recupero de los acreedores.
Colgar el cartel 'Se Vende', dice un abogado conocedor, se hace en una etapa posterior al inicio de un proceso de reorganización, como ocurrió con Valle Nevado, que terminó un proceso de este tipo y esto abrió la puerta al ingreso de un nuevo controlador.
En el proceso anterior de refinanciamiento de Corona, también estuvo sobre la mesa la posibilidad de venta o sumar un socio. Pero no hubo interesados.
Conocedores de la interna de la compañía explican que no ha sido fácil sumar un socio o, definitivamente, vender. Por un lado, se habla del poco interés que genera actualmente la industria de las tiendas por departamento (negocio que se ve muy afectado por las crisis económicas pues las personas postergan la compra de bienes durables), pero lo más complicado -afirma un conocedor- es poner de acuerdo a los dueños de la compañía, los hermanos Schupper.
A principios de este siglo, el clan tuvo sobre la mesa la opción de fusionarse con su rival La Polar. Las hermanas Malu y Paulina no quisieron avanzar en las negociaciones (consideraron que su empresa valía más que lo propuesto), mientras Herman vio con buenos ojos la operación. Finalmente, no llegaron a acuerdo, lo que -cuentan conocedores- ha pasado en más de una ocasión al interior del clan. De hecho, hace unos diez años también se propuso una fusión con Tricot, existiendo incluso el interés de un banco de inversión en armar el deal, también fue descartado por los controladores.
En el mercado hay coincidencia en que es muy difícil para Corona seguir su camino en solitario. Más aún considerando que se salió del negocio financiero, que pasó de ser una importante fuente de ingresos a un lastre.
La empresa justificó su decisión en la condición económica del país, la mora de los titulares de las líneas de crédito y los elevados niveles de inflación, lo que en su conjunto -dijo- ha incrementado significativamente los costos fijos de operación.
Un escenario radicalmente opuesto al que proyectó Claudio Muñoz para el negocio financiero en 2020, quien en ese entonces sostuvo: “Nuestra nueva Tarjeta Corona Mastercard nos hace mirar con mayor optimismo los meses y años que vienen” (…) “Lo que vendrá será sin duda mejor, pues ya contamos con la experiencia y ahora sabemos lo que hemos sido capaces de hacer y de dar; tenemos la convicción que en momentos difíciles nos podemos poner de pie para seguir con paso firme en la búsqueda de nuestras metas”, dijo en la Memoria 2020 de SCC.
Esta semana, el directivo dejó el grupo: los hermanos Schupper nombraron como presidente de Empresas Corona a Juan Manuel González en reemplazo de Claudio Muñoz y como gerente general a Allan Hornig por Ernesto Bartel.
La nueva administración de la compañía -dicen conocedores- está contra el tiempo. Las mismas fuentes agregan que no será fácil alinear a los acreedores para sacar adelante la reorganización. Y si ésta no resulta, la quiebra sería el camino. Aunque está la posibilidad de la venta. Y entre los potenciales interesados suena la cadena de tiendas Fashion’s Park, fundada hace más de tres décadas y que hoy opera más de 80 tiendas.
La operación podría incluir la compraventa del stock de existencias (los productos que ofrece Corona en sus tiendas) y el traspaso de los locales (que son todos arrendados).
Sobre el stock, Corona enfrenta otra complejidad: los pasivos con sus proveedores internacionales y nacionales superan los US$25.000 millones; y ya habrían advertencias que si no pagan no entregarían más mercadería.
Y para sumar complejidades, la multitienda mantiene una desconocida disputa con el grupo Patio por un local en un centro comercial en Temuco.
En agosto pasado, Rentas Patio X demandó a la multitienda y solicitó la terminación de un contrato de subarrendamiento por rentas pendientes. Pidió la restitución del inmueble, el pago de los arriendos adeudados y los que corresponden hasta el término del contrato en noviembre de 2027, junto con el pago de multas, entre otros ítems.
“El incumplimiento de Corona es grosero (…) la demandada derechamente ha actuado de forma clandestina, quebrantando la confianza en una relación de largo aliento, lo que supone una actuar doloso, reñido con la buena fe y nuestro ordenamiento jurídico”, dijo Patio.
La multitienda contra demandó, afirmando que “Patio careció de un comportamiento ético y moral”. Sostuvo: “En el desarrollo del contrato es que Patio se negó, sin causa justificada a revisar las condiciones del contrato, las que se hicieron excesivamente gravosas para mi representada, a lo cual Patio fue indolente, llevando a Corona a una estado de necesidad tal que tuvo que dejar de operar el local comercial el 31 de mayo de 2024”.
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