Brasil y otros países latinoamericanos deben darse cuenta de que su auge económico podría haber terminado debido a una menor demanda global por sus bienes minerales y agrícolas, dijeron funcionarios del Fondo Monetario Internacional.
La economía de Brasil creció rápidamente con anterioridad a la crisis financiera global, lo que ayudó a fortalecer su imagen en el escenario internacional cuando los funcionarios del mundo comenzaron a adoptar medidas para apoyar a sus economías. Pero desde entonces, salvo un año de fuerte crecimiento en 2010, Brasil ha registrado una opaca expansión económica.
Hablando en la reunión semestral del FMI en Washington, los funcionarios del Fondo dijeron que no existen razones para pensar que Brasil recuperará su rápido crecimiento económico en el corto plazo.
Eso se debe a que la expansión de Brasil fue impulsada por las rápidas alzas de precios de las materias primas que exporta, lo que también benefició a países como Perú, Chile y Argentina, en lugar de a cambios de política para hacer a su economía más productiva.
“En el caso de Brasil, no ha cambiado nada fundamental”, dijo Miguel Savastano, vicedirector del departamento del Hemisferio Occidental del FMI. “Las limitaciones (...) que influyeron en el comportamiento de Brasil en los anteriores 10 años siguen allí”, agregó.
Brasil es uno de los mayores productores del mundo de materias primas como el mineral de hierro y la soja, cuyos valores aumentaron durante la última década debido al voraz apetito de China por productos básicos.
El FMI dijo en su reporte Panorama Económico Mundial que los precios de las materias primas posiblemente disminuirán durante los próximos cinco años. Eso explica en parte por qué el FMI no ve a la economía brasileña creciendo más de 4,2% antes de 2018, el último año para el que entregó una estimación.
“Toda la región, y Brasil podría ser el país donde veamos primero este fenómeno mostrará una desaceleración respecto (...) a los años dorados”, dijo Alejandro Werner, director del departamento del Hemisferio Occidental del FMI.