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PIB venezolano se redujo 15% en 2018. Cifras de los organismos internacionales señalan que la crisis se puede agudizar por el vertiginoso aumento de los precios de bienes y servicios.
La crisis de Venezuela es el desenlace del fracaso modelo económico que ideó el expresidente Hugo Chávez y que le heredó desde 2013 el ahora presidente Nicolás Maduro. Tras un poco más de seis años de mandato, hoy ese país cruza por su peor situación: una caída en el PIB de 44,3% en los últimos cinco años, una inflación que asciende a 2.500.000% y una sociedad que lejos de ver sus riquezas, hoy exige, urgentemente, un cambio de gobierno.
La situación por la que atraviesa Venezuela es la consecuencia de las decisiones del régimen de Maduro. Así se puede concluir con el más reciente balance preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe, realizado por la Cepal, en el que se detalló que solo en 2018 esa economía se redujo 15%.
La cifra no es ajena a otros indicadores. En términos de inflación, el país enfrenta un IPC de 2.500.000%, mientras que el FMI calcula que podrá llegar a 10.000.000% este año, jalonado por el vertiginoso aumento de los precios de bienes y servicios durante los últimos años. Una muestra de dicha situación es que, por ejemplo, productos como la harina de maíz o el kilo de café han incrementado sus tarifas en el último mes hasta 300% y 298%, respectivamente.
“El terrible legado de Chávez a Maduro permitió que el aparato productivo de Venezuela hoy esté destrozado. Los constantes controles de precios, pese a los escasez de comida y alimentos, hoy tienen al país con una hiperinflación peor a la de Zimbabue. Ese fenómeno ha dejado que la sociedad esté destruida y que los estratos bajos estén emigrando”, explicó Alfonso Molina, experto en economía internacional y director de Inteligencia Petrolera.
El salario mínimo y la pobreza son otros de los rubros que ejemplifican la situación económica y social del país, debido a los malos indicadores que presentan. Si bien Maduro aumentó 300% el sueldo básico hace dos semanas, pasando de 4.500 bolívares soberanos a 18.000 (US$11), el alza no refleja un incremento del poder adquisitivo real. Esto debido a que el nuevo ingreso mínimo alcanza para dos kilos de carne.
Para Douglas Barrios, economista de la Universidad de Harvard, sin un plan serio del gobierno que permita controlar la hiperinflación es muy difícil vivir con estos salarios. “Es improbable que se generen empleos estables bien remunerados que permitan a los hogares valerse de su propio trabajo para subsistir y superar la pobreza”, explicó.
El académico indicó, además, que “la reconversión monetaria en sí misma no tiene ningún impacto sobre el poder adquisitivo, ya que es solamente un ajuste contable. Los precios simplemente se expresan con cinco ceros menos”.
“La reconversión monetaria en sí misma no tiene ningún impacto sobre el poder adquisitivo ya que solamente es un ajuste contable”.
Pese a que estos indicadores macro son los más deteriorados por la crisis que atraviesa ese país, la mayoría de los rubros no se salvan. Según la Cepal, las reservas internacionales cayeron en 2018 por cuarto año consecutivo, tras presentar un retroceso de 7,1% en comparación con 2017. Además, la producción petrolera, el principal ingreso de la Nación, acumula una contracción entre enero de 2013 y octubre de 2018 que supera 50%.
Quizás uno de los pocos sectores que muestran una cara positiva son las exportaciones, beneficiadas por la recuperación que tuvieron los precios del petróleo el año pasado. Gracias a esto, las ventas externas venezolanas subieron 9% mientras que las importaciones cayeron 26%, lo que permitió tener, según la Cepal, un superávit en la cuenta corriente de la balanza de pagos. Sin embargo, estos números en verde no serán suficientes y Venezuela tendría una caída en el PIB de 10% este año.
Cerca de nueve de cada 10 venezolanos están en condición pobreza
De acuerdo a los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida de Venezuela (Encovi), en este momento 87% de la población se encuentra en escenarios de pobreza. Esta cifra parece ser la más alta de la historia luego de que en 1998 los ciudadanos en precarias condiciones tan solo representaban 49% de la sociedad.
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