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Se espera que las facturas de energía de invierno sean más del triple de lo que eran hace un año. Eso estirará los presupuestos
Más de la mitad de los hogares del Reino Unido corren el riesgo de verse empujados a la pobreza energética este invierno por las facturas vertiginosas que amenazan a los proveedores con cantidades crecientes de deuda que simplemente no se pueden pagar.
La crisis podría tener un mayor impacto en los hogares que la crisis financiera de 2008, según la consultora Baringa Partners. La sombría advertencia se produce cuando las facturas aumentarán aproximadamente 80% a partir de octubre, justo cuando la llegada del clima más frío aumenta la demanda de energía.
Se espera que las facturas de energía de invierno sean más del triple de lo que eran hace un año. Eso estirará aún más los presupuestos de los consumidores que se ven afectados por una crisis más amplia del costo de vida que está avivando los temores de una recesión y provocando pedidos para que el gobierno ofrezca más ayuda.
“El impacto en la sociedad será mayor que el de 2008 en términos de impacto en los hogares”, dijo James Cooper, socio de Baringa. “Ahora nos estamos moviendo hacia un territorio donde la mayoría de los hogares están endeudados o en una posición financiera muy frágil”, dijo.
Se pronostica que las facturas de energía anuales promedio superen las £3500 (US$4.140) a partir del 1 de octubre, cuando entre en vigor un nuevo límite de precios. Eso es más del 11% del ingreso disponible promedio de un hogar, según la Oficina de Estadísticas Nacionales.
Los costos de la energía podrían eventualmente agotar hasta 17% de los ingresos de los hogares el próximo año si el gobierno no brinda más ayuda, según las estimaciones de precios máximos de Cornwall Insight Ltd.
La deuda de los clientes ya está en aumento. En el verano, las personas generalmente pagan la deuda acumulada durante el invierno, cuando usan más energía. Pero las deudas en realidad aumentaron este verano cuando los precios de la energía alcanzaron récords. La situación podría empeorar mucho a medida que aumentan las facturas en los meses más fríos.
La campaña Don't Pay UK ha obtenido más de 110.000 firmas de personas que prometieron no pagar sus facturas de energía como protesta. Incluso aquellos que cumplen con la amenaza pueden representar solo una pequeña fracción de aquellos que no pueden pagar, especialmente si el invierno es severo.
Abordar la crisis es un desafío importante para el próximo primer ministro, con pocas posibilidades de una nueva política hasta que Liz Truss o Rishi Sunak asuman el cargo. La industria energética ha instado al gobierno a proporcionar más ayuda, más allá de las 400 libras esterlinas prometidas para cada hogar.
“La gran preocupación que tenemos en este momento es la incapacidad de los clientes para pagar los aumentos en las facturas”, dijo Dan Alchin, director de regulación de lobby Energy UK. “Es necesario que el gobierno actúe urgentemente al respecto”.
Ayudar a los hogares congelando el tope de precios al nivel actual durante dos años requeriría alrededor de 100.000 millones de libras esterlinas, según Keith Anderson, director ejecutivo de Scottish Power Ltd., uno de los mayores proveedores residenciales del Reino Unido. La unidad British Gas de Centrica Plc ofrecerá subvenciones a algunos clientes para compensar su deuda energética.
Los clientes que no pagan pueden ser puestos en un medidor de pago o incluso cortados, un proceso largo porque los proveedores deben hacer grandes esfuerzos para ayudar a las personas a pagar lo que deben. Es posible que algunas empresas simplemente no puedan hacer frente al nivel de deuda incobrable, lo que las lleva a la quiebra.
Ese riesgo aumentará a medida que el precio tope aumente aún más el próximo año. Hay una disposición en la forma en que el regulador Ofgem calcula el tope para apoyar a los proveedores que lidian con deudas incobrables, lo que podría conducir a un tope más alto y, por lo tanto, potencialmente a más deuda de los hogares en el futuro.
“Existe el riesgo de que la gente no pueda pagar o no quiera pagar y ese número podría crecer con bastante rapidez”, dijo John Musk, analista de RBC Europe Ltd. “Eso podría tener un efecto en cascada en los proveedores más pequeños que están menos capitalizados y podrían comenzar a hundirse”.
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