'Cristina Kirschner vulnera las reglas del mercado internacional'

Mariano Rajoy, de visita en Bogota, heredó una España quebrada, desesperanzada. Obligado a adoptar medidas de ajuste draconianas, ahora afronta la misión casi imposible de insuflar confianza a los mercados internacionales y a sus compatriotas.

Por si le sobraran los problemas, la Kirchner le da un empujón al abismo. LR habló con Ramón Aguirre, que estuvo tres legislaturas en el Congreso, principal órgano legislativo en España, fue Presidente del banco oficial ICO y ahora encabeza la Sepi, conglomerado de empresas públicas.

¿Se dedicó Zapatero a despilfarrar el dinero de la familia y ahora les toca a ustedes gestionar la pobreza?

España tuvo la mala suerte de tener un Presidente que negó la existencia de la crisis, no corrigió ninguno de los elementos que la generaron y tomó medidas que nada tenían que ver con la realidad, como, por ejemplo, disparar el gasto público.

¿Va a seguir creciendo el desempleo?

Este año, sin ningún género de dudas. Las medidas que se están adoptando causarán efecto en año y medio o dos años. Por tanto, seguirá avanzando la destrucción de empleo aunque a un ritmo más desacelerado.

¿Por qué una huelga a los cien días de que Rajoy asumiera la presidencia y, mientras estuvo Zapatero, los sindicatos permanecieron mudos?

Los sindicatos estuvieron sosteniendo al gobierno de Zapatero con su silencio y pasividad. Al final de su mandato hicieron una mascarada de huelga pero no por la crítica situación económica, sino porque vieron que su papel de reivindicación estaba siendo ocupado por el movimiento de los indignados. Lógicamente, cuando llega el centro derecha, han sacado pecho a la primera de cambio, con la reforma laboral.

¿En qué consiste la reforma?

Por un lado, pone en manos de los empresarios la potencialidad para ser más activos a la hora de crear empleo y, por primera vez, resta papel político a los sindicatos. Por eso salieron a la calle, no por las cifras de paro.

¿A qué se debe que en el siglo XXI existan aún sindicatos comunistas? ¿Está Europa anclada en el pasado?

Creo que el mundo sindical español es una isla del sindicalismo europeo.

Los sindicatos españoles no han hecho la transición que está haciendo la economía, las empresas y el gobierno actual.

Están anclados en un sindicalismo más propio de la primera parte del siglo pasado y, por lo tanto, siguen actuando con esos mismos patrones.

Pero hoy por hoy, hasta que su financiación no sea con sus propios recursos en lugar de con fondos públicos, serán el acomodo de un grupo de personas que defienden mucho más sus nomenclaturas que a la clase trabajadora.

Dicen que las empresas españolas intentan reconquistar América Latina, ¿es el mercado natural o tienen otros más importantes?

Es una salida natural que la determina ese gran patrimonio que es la lengua común.

Las grandes empresas españolas que cotizan en el Ibex tienen una capacidad de penetración en el mundo latinoamericano muy superior a otras como las alemanas o francesas.

Pero Cristina Kirchner les ha dado un buen frenazo...

Estamos ante un acto de Gobierno de Kirchner que vulnera las reglas del mercado internacional y altera de manera violenta los marcos jurídicos que regulan las relaciones de los países democráticos, y que están por encima de las vicisitudes de un partido en el poder y de sus problemas internos.

Se ha hecho un daño a las relaciones bilaterales, pero también se ha lesionado a los legítimos derechos de instituciones europeas y latinoamericanas.

Rajoy llega a Bogotá con una delegación de empresarios. ¿En qué sectores pueden ser fuertes y aportar algo en Colombia?

Supongo que la visita tiene una finalidad doble. El reconocimiento al avance que está haciendo el pueblo colombiano para poner coto y eliminar la lacra del terrorismo, y para establecer lazos comerciales. En ese segundo capítulo creo que hay grandes oportunidades en el mundo energético, en infraestructura, telecomunicaciones y en la distribución comercial. España puede contribuir a potenciar esos sectores.

Salud Hernández Mora

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