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Estados Unidos es el único del continente con un plan de tercerización efectivo. Empresarios de Argentina y México aún no compran
Mientras en el mundo se debate la escasez de vacunas y los efectos negativos de la aprobación de compras por parte de privados, cinco países de las Américas dan un paso adelante y regulan la intervención de empresarios dentro de los planes de vacunación.
Si bien la Unión Europea ha dicho que poner la compra de vacunas a disposición de los privados es “una forma de aumentar la desigualdad y restringir aún más el acceso de los vulnerable al fármaco”, Estados Unidos, desde el pasado mes de febrero adelanta un plan de distribución y aplicación de vacunas gestionado mediante dos de las cadenas de farmacias más importantes del país, CVS y Walgreens, y otros almacenes de cadena como Walmart y Target.
La figura que se ha extendido en 33 de los 50 estados del país norteamericano tiene una red de 19.000 puntos de atención, entre farmacias y almacenes, donde se inocula a la población de más de 65 años, y quienes deben realizar una previa inscripción para obtener el turno.
De acuerdo con la información del Gobierno de Estados Unidos, los acuerdos llevados a cabo entre empresarios y gobiernos federales consisten en figuras de concesión y administración de las vacunas para la distribución en determinados puntos, más no es una compra de biológicos entre privados y farmacéuticas.
Frente a esto, el director ejecutivo de Walmart, Doug McMillon, dijo que la organización está asociándose con organizaciones comunitarias para realizar eventos de vacunación, principalmente en las comunidades más vulnerables al covid-19.
Aunque el modelo más avanzado es el implementado en Estados Unidos, Argentina también aprobó una ley que permite a las empresas privadas realizar acuerdos comerciales con las farmacéuticas y poner a disposición de la población las vacunas aprobadas dentro del país.
Sin embargo, allí el modelo no ha sido tan exitoso, ya que las empresas productoras de las vacunas han declarado que están “incapacitados para realizar acuerdos comerciales”, posiblemente debido al desabastecimiento en la producción y la falta de claridad sobre las próximas fechas de entrega.
Pese a ello, las provincias autónomas de Tierra del Fuego y Córdoba anunciaron conversaciones con las farmacéuticas, sin éxito aún, para adquirir 50.000 dosis de la vacuna rusa Sputnik y 50.000 dosis de Sinopharm.
Por el lado de Brasil la situación se ha tornado tensa. El presidente Jair Bolsonaro anunció desde enero que los empresarios del sector salud estaban autorizados para adquirir por su cuenta la vacuna.
Luego de dicho anuncio, el país ha entrado en clima de tensión pues se conoció que una comitiva formada por representantes de clínicas particulares brasileñas de vacunación viajó a India para negociar la compra de cinco millones de dosis de Covaxin.
Especialistas en salud pública de ese país reaccionaron, alegando un dilema ético que enfrentaba al Sistema Único de Salud de Brasil (SUS) con el sector privado donde se ponía en riesgo la distribución equitativa del medicamento.
“Hasta el momento la compra de vacunas se ha realizado centralizadamente por parte del gobierno. La posibilidad de privados está abierta para todos”.
“Todo se debe manejar desde el comité de vacunación central de los países. Eso asegura una correcta distribución de las vacunas y evita la competencia mundial”
Finalmente, luego de que el pasado enero el presidente Andrés Manuel López Obrador, aprobara la compra de vacunas por particulares, se conoció que miembros del sector privado en México estarían adelantado conversaciones con la farmacéutica Pfizer para comenzar la comercialización de la vacuna en las farmacias del país.
Así lo dio a conocer el presidente de la Unión Nacional de Empresarios de Farmacias (Unefarm), Juvenal Becerra, en medio de una rueda de prensa nacional, quien además declaró que Pfizer había dicho que para un acuerdo de este tipo habría que esperar hasta el final del año, pues los lotes en producción ya estaban comprometidos con los gobiernos centrales de algunos países del mundo.
Frente a esto, el coordinador del Laboratorio de Investigación en Economía Internacional de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Ignacio Martínez, dijo que aunque el gobierno autorizó la compra de terceros, la realidad es que todo se hace mediante una red controlada por las instituciones públicas y que tanto el manejo de la pandemia como la distribución de la vacunación en privados y públicos está centralizada por el Ministerio de Salud.
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