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Kamala Harris, candidata demócrata a la Presidencia de EE.UU.
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Los comentarios de la candidata presidencial no cayeron bien y las relaciones entre ambos países pasan por un clima de deterioro
El Kremlin dijo el sábado que la descripción que hizo la candidata presidencial del Partido Demócrata, Kamala Harris, del presidente ruso, Vladimir Putin, como un "dictador asesino" exponía cómo los políticos de Washington intentaban imponer sus puntos de vista en el mundo.
El comentario del portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, fue la última punzada en los intercambios que giran en torno a las elecciones presidenciales de Estados Unidos y la guerra de Moscú en Ucrania, que dura ya más de dos años y medio.
"La alta clase política de Estados Unidos de América, por lo que parece, está impregnada de esa cultura política", dijo Peskov a un entrevistador de televisión según las agencias de noticias rusas.
"Es probablemente la quintaesencia del modelo de relaciones internacionales que intentan imponer al mundo entero, un modelo que cada vez gusta menos a la mayoría del mundo".
Los comentarios de Peskov parecían responder a las críticas de Harris a un informe publicado recientemente en un libro del periodista estadounidense Bob Woodward, según el cual el candidato republicano y expresidente Donald Trump, mientras ocupaba su cargo, había enviado pruebas de Covid a Rusia en el momento álgido de la pandemia. En una entrevista por radio, Harris describió a Putin como un "dictador asesino".
Con las relaciones entre Rusia y Estados Unidos cayendo a profundidades no vistas desde la crisis de los misiles cubanos de 1962, cada parte ha dicho a la otra que deje de discutir asuntos internos.
En febrero, Estados Unidos pidió a Putin que dejara de comentar las elecciones estadounidenses, y el mes pasado volvió a hacerlo cuando el líder del Kremlin sugirió que prefería a Harris frente a Trump en las próximas elecciones por su "risa contagiosa".
Ese intercambio llevó al ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, a decir que Putin "bromea a menudo" en sus declaraciones públicas.
Según los resúmenes del libro de Woodward publicados por el Washington Post y el New York Times, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue mordaz en privado con varios líderes extranjeros, entre ellos Putin, a quien describió como el "epítome del mal".
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