Desigualdad y corrupción, entre los retos del nuevo presidente de Panamá

Cerca de 2,7 millones de panameños participaron en la elección del sucesor de Juan Carlos Varela y de los miembros de la Asamblea Nacional, donde el exministro centroizquierdista Laurentino “Nito” Cortizo se proclamó como el ganador con 32,96% de los votos al cierre de esta edición, con 67,71% de las mesas escrutadas.

El nuevo mandatario de los panameños para el período 2019-2024 deberá hacerle frente a la corrupción y heredará del saliente presidente Varela una de las economías de mayor crecimiento en América Latina, aunque con una amplia desigualdad. Pese a que Panamá es el país que más crece en la región, las cifras oficiales indican que al menos 19% de la población es pobre.

De acuerdo con Mauricio Jaramillo Jassir, internacionalista de la U. del Rosario, “el nuevo presidente tiene varios retos, entre ellos, lograr la reactivación económica luego de los dos últimos años donde hubo signos de recesión. En segundo lugar, sea cual sea el color político, debe encontrar un equilibrio entre el apetito geopolítico de China y los proyectos de infraestructura muy importantes. Y en tercer lugar, superar el tema de la corrupción”.

Precisamente, en su momento, la exministra de Comercio panameña, Gisela Álvarez de Porras, señaló a medios internacionales que la imagen de su país estaba dañada. “Yo participo en transacciones internacionales con regularidad y muchas veces no hemos podido competir con la transacción de inversiones importantes por calificaciones de listas negras”.

Dentro de los grandes retos del nuevo mandatario de los panameños, también está llevar a cabo una serie de reformas urgentes, entre ellas, la reforma de la seguridad social, teniendo en cuenta que el sistema es insostenible y se habla que el dinero alcanzaría solo hasta 2025.

Por otro lado, unas de las grandes expectativas de los votantes en las elecciones están enfocadas en mejorar la economía del país y los servicios públicos. Es por eso que, durante la campaña que realizaron en su momento los siete candidatos a la presidencia, se centraron en cambiar la cara del país centroamericano, tres años después de que quedara expuesto como un santuario de evasión fiscal de ricos y famosos tras la revelación del caso “papeles de Panamá”. Por ello, la reducción de la corrupción fue uno de los principales temas de discusión en campaña.

Así mismo, los candidatos también habían propuesto mejorar la vida de los ciudadanos pobres en zonas rurales e indígenas en el istmo, una nación de cuatro millones de personas.