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Si el regulador de la libre competencia aprueba la operación, China Southern Power Grid pasaría a controlar la zona norte de la capital
La creciente presencia del gigante asiático en Latinoamérica se ha vuelto a poner en el centro de la discusión tras conocerse que China Southern Power Grid International compró, por US$2.900 millones, el negocio de distribución que maneja Enel en Perú.
La adquisición, que se conoció el viernes pasado en la mañana, se enmarca en el plan estratégico que ya había anunciado la italiana para los próximos tres años y que busca concentrar los esfuerzos en aquellos países “donde los marcos normativos soportan una transición energética de forma clara, ordenada y acelerada”, explicó el gerente general de Enel Américas, Maurizio Bezzeccheri.
Aunque la operación debe pasar por la aprobación de la autoridad de libre competencia de Perú, el Indecopi, con este movimiento toda la distribución eléctrica de Lima pasaría a manos de estatales chinas.
En el sur de la ciudad, el mercado está tomado por China Yangtze Power International (CYPI), una firma controlada por China Three Gorges Corporation que también es dueña de la central hidroeléctrica Chaglla, que hace casi cuatro años compró a la brasileña Odebrecht.
A partir de esto se reflotó una discusión que cada cierto tiempo tiene lugar en la región, relacionada con el grado de permisividad que se le da a empresas de capitales chinos para tomar el control o hacerse de infraestructuras críticas, como sucedió hace unos dos años atrás en Chile cuando State Grid anunció que compraría a CGE, aumentando así su ya holgada presencia en el sector energético.
Sobre este punto no hay una sola lectura entre los analistas. Mientras algunos apuntan a perjuicios a la libre competencia, otros ven este tipo de movimientos como una estrategia solapada de China por asentarse en un territorio con una influencia comercial histórica de Estados Unidos.
¿Monopolio o no?
Un análisis del Centro de Competencias (CeCo) de Perú habla se refiere al inicio de un “monopolio chino” en la distribución eléctrica de Lima, algo que ya había sido de preocupación local cuando CYPI tomó el control del sur de la capital.
De hecho, para Renato Lazo, managing director de Energía ConTacto, la ley que establece el control previo de operaciones de concentración empresarial, que fue promulgada en 2021 en ese país, “resultará insuficiente para asegurar los intereses de los consumidores peruanos”.
Entre otras cosas, explicó a DfSud, porque la normativa no se hace cargo de casos en los que el valor económico vaya a la par con los intereses geopolíticos de determinadas empresas, como lo es, a su juicio, esta operación.
De todas maneras, no es algo que Margaret Myers -integrante hasta mayo del Woodrow Wilson Center- perciba como un riesgo, al menos por el lado de la energía.
“Gran parte de esta actividad está motivada por la competencia entre empresas chinas. China Southern Power Grid es un competidor de State Grid, que ya cuenta con amplios activos energéticos en toda la región, especialmente en Brasil”, dijo. Y señaló que “no está claro si la geopolítica influye o no en la inversión en el sector eléctrico”.
Eso sí, Myers consideró que la presencia expansiva de China en estas y otras industrias “ya ha provocado discusiones difíciles en partes de la región sobre el alcance de la dependencia económica que tiene Latinoamérica respecto del gigante asiático”.
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